¿Y el pacto de Gobierno?
El pacto de Gobierno con el PSOE, que permite al Partido Andalucista estar presente en la Junta con dos consejerías desde 1996, ha pasado completamente inadvertido en su 12º congreso. Ni Antonio Ortega, en el informe de gestión como secretario general saliente, ni los otros dos aspirantes al cargo (Antonio Moreno y Mar Calderón) han hecho la más mínima mención de la alianza que ha marcado un hito en su historia como partido nacionalista: dirigir, aunque en minoría, al pueblo que dicen que da sentido a su fuerza política.Tampoco se oyó en los discursos de presentación de sus candidaturas algún ...
El pacto de Gobierno con el PSOE, que permite al Partido Andalucista estar presente en la Junta con dos consejerías desde 1996, ha pasado completamente inadvertido en su 12º congreso. Ni Antonio Ortega, en el informe de gestión como secretario general saliente, ni los otros dos aspirantes al cargo (Antonio Moreno y Mar Calderón) han hecho la más mínima mención de la alianza que ha marcado un hito en su historia como partido nacionalista: dirigir, aunque en minoría, al pueblo que dicen que da sentido a su fuerza política.Tampoco se oyó en los discursos de presentación de sus candidaturas algún diagnóstico de la situación de Andalucía, las estrategias para resolver los problemas más acuciantes de la comunidad autónoma y los próximos retos de la organización.
Los tres sectores enfrentados en el congreso prefirieron concentrar sus argumentos en las querellas internas, y olvidaron el papel de su partido en el Gobierno andaluz. Sólo Pacheco, en su conferencia de prensa, reiteró que se habían "prestado votos al PSOE a cambio de dinero", y que no querían ser "estómagos agradecidos".
En contraste a este desinterés con el pacto y las repercusiones de sus problemas internos que mostraron los dirigentes del PA, los socialistas siguieron con atención el desarrollo del congreso de sus socios. Por teléfono, distintos cargos de Junta de Andalucía y del PSOE estuvieron al tanto de lo que ocurría en el Palacio de Congresos de Torremolinos, preocupados por la escalada de descalificaciones que finalmente se produjo.