Agua

Está claro que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de unos mínimos de agua si la naturaleza lo permite. También está claro que en un país como el nuestro no se pueden hacer inversiones multimillonarias y que además afectan gravemente al medio ambiente, de una manera alegre y sin pensar en el futuro. Otra cosa que parece evidente es que el Ebro no puede regalar agua para que luego se derroche o se pierda por el camino.De esta manera hay que promover estudios muy serios en el asunto como: ¿cuántos años resistirá la agricultura en Murcia el envite de las importaciones del Magreb?, ¿qué usos s...

Está claro que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de unos mínimos de agua si la naturaleza lo permite. También está claro que en un país como el nuestro no se pueden hacer inversiones multimillonarias y que además afectan gravemente al medio ambiente, de una manera alegre y sin pensar en el futuro. Otra cosa que parece evidente es que el Ebro no puede regalar agua para que luego se derroche o se pierda por el camino.De esta manera hay que promover estudios muy serios en el asunto como: ¿cuántos años resistirá la agricultura en Murcia el envite de las importaciones del Magreb?, ¿qué usos se le va a dar al agua?, ¿cuándo se arreglarán las canalizaciones y conducciones de agua en España, ya que pierden el 40% del agua que llevan?, ¿cuándo el Estado y las comunidades autónomas ayudarán a los agricultores a abandonar las técnicas de inundación para regar y harán como en Israel, donde casi sin agua la tierra es más productiva?, ¿qué efectos tendrá el cambio climático sobre la cuenca mediterránea?, ¿qué hay que hacer para regenerar el clima?

Responder a todo esto, sí que sería serio. Un trasvase sin más demuestra que seguimos siendo el país de la fiesta y la pandereta.- Alberto García Ventura. Barcelona.