SYDNEY 2000

España cae tras un esfuerzo épico

El equipo de Sáez sufre dos lesionados, dos expulsiones y falla dos penaltis en su derrota ante Camerún

"¿Cómo se nos escapó este partido?", se preguntaban incrédulos y desolados los jugadores españoles horas después del encuentro. Estaban hundidos. ¡Lo habían tenido tan cerca! Al descanso se fueron con 2-0 a favor y una sonrisa de felicidad en el rostro, pero ... Un cúmulo de imponderables se aliaron contra España y le arrebataron el segundo oro futbolístico de su historia. Dos jugadores clave lesionados (Velamazán y Tamudo), dos expulsados (Gabri y José Mari), dos penaltis fallados (Angulo y Amaya), un árbitro tendencioso, un calor asfixiante... y entonces la pregunta es justamente la opuesta ...

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"¿Cómo se nos escapó este partido?", se preguntaban incrédulos y desolados los jugadores españoles horas después del encuentro. Estaban hundidos. ¡Lo habían tenido tan cerca! Al descanso se fueron con 2-0 a favor y una sonrisa de felicidad en el rostro, pero ... Un cúmulo de imponderables se aliaron contra España y le arrebataron el segundo oro futbolístico de su historia. Dos jugadores clave lesionados (Velamazán y Tamudo), dos expulsados (Gabri y José Mari), dos penaltis fallados (Angulo y Amaya), un árbitro tendencioso, un calor asfixiante... y entonces la pregunta es justamente la opuesta ¿cómo se puede ganar así un partido?Nada, en cualquier caso, se les puede reprochar a unos futbolistas y un técnico que lo dieron absolutamente todo cuando nadie daba un duro por ellos. Hasta el último segundo de la prórroga. Hasta el último penalti de la tanda. Resistieron heroicamente con nueve hombres los 30 minutos finales. Y en uno de ellos rozaron el gol de oro con un zurdazo de Capdevila. Se lo jugaron todo a una carta en los penaltis, pero la desgracia se cebó ayer con el central del Atlético Amaya: primero porque metió en su propia portería un centro de Mboma y después porque envió al larguero el penalti definitivo.

ESPAÑA 2- CAMERÚN 2

España: Aranzubía; Lacruz, Marchena, Amaya, Puyol; Velamazán (Gabri, m. 25), Albelda, Angulo (Capdevila, m. 74); Xavi; Tamudo (Ferrón, m. 48) y José Mari.Camerún: Kameni; Abanda, Nguimbat, Mimpa; Geremi, Branco (Epale, m. 90), Wome, Alnoudji (Meyong, m. 110), Lauren; Eto'o y Mboma. Goles: 1-0. M. 2. Xavi, de magistral falta desde el borde del área. 2-0. M. 45. Gabri rompe el fuera de juego de Camerún, encara a Kameni y le coloca la pelota a un lado. 2-1. M. 53. Mboma quiere centrar, pero el balón golpea en la cara de Amaya y entra. 2-2. M. Mboma se marcha por la izquierda, envía al centro y Eto'o, solo, bate a Aranzubía. En la tanda de penaltis, por España falló Amaya y marcaron Xavi, Capdevila y Albelda. Por Camerún marcaron Mboma, Eto'o, Geremi, Lauren y Wome. Árbitro: Felipe de Jesús Ramos Rizo (México). Expulsó a Gabri (m. 69) con roja directa y a José Mari (m. 90) con doble amonestación. Amonestó a Albelda, Abanda y Aranzubía. Unos 100.000 espectadores en el estadio olímpico de Sydney.

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Quizá porque pensaron que era el equipo más débil, los espectadores australianos se pusieron completamente de parte de Camerún. Y también el árbitro, que vio para dónde soplaba el viento de la calurosa mañana. Puede entenderse la expulsión a Gabri por una entrada con los tacos por delante, pero resulta inexplicable la magnanimidad arbitral con Abanda, el central camerunés que golpeó con saña a José Mari durante todo el encuentro. Lo más irritante del caso es que el que acabó expulsado fue José Mari. Primero por recibir un codazo; después por caer en el área tras un leve empujón de un defensa. Dos amarillas, claro.

Tal y como previó Sáez, España sacó tajada inicial lanzando el balón a la espalda de los defensas cameruneses, que eran una calamidad. José Mari y Tamudo vencieron en cada acción por anticipación, por picardía y por técnica. Xavi destapó el partido con una falta magistral, de ésas reservadas a los futbolistas de una pieza. Unos instantes después, Angulo dispuso de un penalti para sentenciar, pero lanzó fatal. España se marchó al descanso con dos verdades irrefutables: el instinto goleador de Gabri, que acababa de salir por el lesionado Velamazán; y la pésima defensa de los cameruneses.

Camerún, sin embargo, rectificó su defensabezazos, codazos y patadas a José Mari, pero el calor menguó a los españoles y agigantó a los africanos, cuya contundencia física envió a Velamazán y Tamudo a la enfermería. Cada minuto que pasaba era un golpe de distinta naturaleza para España, que se temía lo peor. Y, sin embargo, con todo en contra, el árbitro incluido, el conjunto de Sáez resucitó. Estuvieron incluso a punto de atrapar la victoria con un disparo lejano de Capdevila que escupió el poste en el primer minuto de la prórroga: hubiese sido gol de oro. Pero finalmente la ruleta de los penaltis le arrebató el oro a los devastados españoles.

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