España no tiene fecha de caducidad

Estiarte, Rollán, Pedrerol, Txiqui Sans, Chava Gómez, Toto García... Todos ellos son tipos que pasan de la treintena y en los que algunos han creído ver fecha de caducidad hace ya algunos años. Pero luego llegan los campeonatos, llega la hora de la verdad y nadie mejor que ellos para manejar a su gusto los biorritmos de un equipo ganador. Saben cuál es el momento para jugar a verlas venir y cuándo hay que apretar el acelerador. Y ayer ante Croacia sabían, y así lo habían anunciado desde antes de que diera comienzo el torneo, que era el momento crucial. Y apretaron a fondo y obtuvieron de sus c...

Estiarte, Rollán, Pedrerol, Txiqui Sans, Chava Gómez, Toto García... Todos ellos son tipos que pasan de la treintena y en los que algunos han creído ver fecha de caducidad hace ya algunos años. Pero luego llegan los campeonatos, llega la hora de la verdad y nadie mejor que ellos para manejar a su gusto los biorritmos de un equipo ganador. Saben cuál es el momento para jugar a verlas venir y cuándo hay que apretar el acelerador. Y ayer ante Croacia sabían, y así lo habían anunciado desde antes de que diera comienzo el torneo, que era el momento crucial. Y apretaron a fondo y obtuvieron de sus cuerpos curtidos en una y mil batallas la respuesta más brillante que cabía esperar, más que suficiente para despachar a Croacia aunque el resultado fuera ajustado (9-8) y para meterse en unas semifinales en las que la pasada madrugada se medían a Rusia (14.30, 5.30 hora española).La selección trazó en la piscina a la perfección lo que la tiza del seleccionador, Joan Jané, había escrito en la pizarra. Corrió muchos riesgos porque jugó con una tremenda agresividad defensiva que estuvo a punto de dejarle sin efectivos. Nada menos que cuatro de sus jugadores fueron expulsados por haber sumado tres exclusiones: Gustavo Marcos, Gabriel Hernández, Iván Moro y Pedro García. Pero esa defensa le permitió a España una mayor rapidez para construir su juego. Y en esta faceta Jordi Sans y Chava Gómez actuaron como dos bisturís entre el boya y el portero croatas. Las asistencias que ambos recibieron de Manel Estiarte, un tanto apagado en los partidos anteriores, resultaron mortales de necesidad para los croatas.

España encajó el primer tanto pero a continuación rompió a su favor los empates que se reprodujeron hasta en tres ocasiones. La ausencia de Iván Pérez, el boya al que Cuba no autorizó a jugar con España y que ha constituido un quebradero de cabeza para Jané, fue resuelta con varios relevos en esa posición. España explotó con inteligencia y excelentes combinaciones la defensa presionante y algo más adelantada de lo que es habitual de los croatas. Pero aún así Croacia se mantuvo en el partido hasta el final porque, en menor medida que España, aprovechó también las 15 exclusiones con las que fueron castigados los jugadores españoles.

Rusia, que ayer derrotó a Estados Unidos por 11-10, fue uno de los dos equipos que derrotó a España en la primera fase (5-8); el otro fue Italia (5-6), que perdió el tren de las semifinales al caer ante Hungría en un partido en el que se registraron muchos incidentes. El cuarto equipo que todavía sigue en la carrera por el oro es Yugoslavia, que ganó a Australia por 7-3.