Tribuna:Sydney 2000 BALONMANOEL ANÁLISIS - CECILIO ALONSO

Regalos

Otra vez la misma película. Sabemos cómo empieza y cómo acaba. Por más que queremos cambiar el argumento siempre sucede lo mismo. El mismo reparto, los mismos protagonistas, el mismo escenario, los mismos directores, el mismo final... Y hasta sonó a conocido ver cómo se perdieron los papeles al final. Ayudas arbitrales y argucias aparte -también viejas excusas a las que agarrarse-, lo cierto es que a España le falta el punto de templanza que da la victoria al campeón. Llevar el control del partido durante 50 minutos no es suficiente, si en los 10 minutos restantes regalas tu ventaja. A un equi...

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Otra vez la misma película. Sabemos cómo empieza y cómo acaba. Por más que queremos cambiar el argumento siempre sucede lo mismo. El mismo reparto, los mismos protagonistas, el mismo escenario, los mismos directores, el mismo final... Y hasta sonó a conocido ver cómo se perdieron los papeles al final. Ayudas arbitrales y argucias aparte -también viejas excusas a las que agarrarse-, lo cierto es que a España le falta el punto de templanza que da la victoria al campeón. Llevar el control del partido durante 50 minutos no es suficiente, si en los 10 minutos restantes regalas tu ventaja. A un equipo como Suecia no se le puede hacer regalos. Un campeón no desaprovecha una oportunidad, por pequeña que sea.El juego de España ha sido valiente, demostrando gran superioridad en algunas facetas del juego -no en el trabajo defensivo, que falta pulirlo un poco-. Sin embargo, los últimos minutos han vuelto a ser fatalmente decisivos. Es ahí donde hemos fallado otra vez. Y lo peor es que parece que no tenemos la receta para solucionar el problema. Por más que se trabaja, reaparecen los mismos errores. El exceso de responsabilidad y las ganas de venganza son factores individuales que afloran negativamente en el ánimo y empeoran aún más esos complicados momentos. Es difícil explicarlo cuando los componentes del equipo están acostumbrados a ganar finales europeas con sus clubes, a medirse con grandes figuras, a salir airosos de situaciones de máxima presión.

Afortunadamente, en cuartos jugaremos contra Alemania. Una segunda oportunidad que huele bien. Alemania ha quedado segunda en su grupo y parece en forma. Pero España, que no le gusta cambiar las películas de guión, se siente cómoda contra ella.

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