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La nueva serie de TVE La ley y la vida, mejor haría en llamarse la bolsa o la vida, en referencia al atraco a la inteligencia que supone. En un principio parecería que podríamos encontrarnos ante una serie mínimamente veraz; "El Consejo General de la Abogacía bendice la nueva telecomedia", "producto televisivo excelente", "divulgación fácil del derecho enormemente útil para la cultura"... es decir, después de estos preliminares, no podíamos por menos que ansiar ver la telecomedia. Finalmente, hemos podido entender a qué obedece su nombre: tele por ser televisado y comedia ...
La nueva serie de TVE La ley y la vida, mejor haría en llamarse la bolsa o la vida, en referencia al atraco a la inteligencia que supone. En un principio parecería que podríamos encontrarnos ante una serie mínimamente veraz; "El Consejo General de la Abogacía bendice la nueva telecomedia", "producto televisivo excelente", "divulgación fácil del derecho enormemente útil para la cultura"... es decir, después de estos preliminares, no podíamos por menos que ansiar ver la telecomedia. Finalmente, hemos podido entender a qué obedece su nombre: tele por ser televisado y comedia por ser una pantomima tragicómica de una realidad distorsionada y estereotipada de la abogacía. ¿Hasta cuándo tendremos que soportar los abogados los tópicos de la abogacía y los insultos como el que nos ocupa?Telespectadores, no se dejen engañar; los abogados, y el mundo del derecho, no somos como pretenden hacerles creer en estas telecomedias. Somos gente normal, con nuestros defectos y nuestras virtudes. Algunos muy trabajadores y otros menos, algunos capaces de cualquier cosa con tal de conseguir sus propósitos (claros y oscuros) y otros menos ambiciosos... pero lo cierto es que pocos compañeros abogados conozco que se correspondan con alguno de los personajes aparecidos en el primer episodio de La ley y la vida. Afortunadamente, es el primer episodio, y hay posibilidades de rectificar a fin de acomodarse a la realidad, y si la presente sirve para ello, el esfuerzo no será baldío.- Antoni Pons i Pujol, presidente de Abogados Jóvenes de Barcelona.