Cartas al director

Televisiones

¿Dónde están la innovación, la originalidad y el sentido común de los guionistas de televisión? ¿Por qué nos dejamos engañar y nos quieren hacer creer que lo que demandamos es la programación que vemos?Es intolerable la falta de ética de las cadenas televisivas, donde ya no se tiene en cuenta ni edades ni horarios. ¿Por qué nos castigan continuamente con el mismo tipo de programación en todas las cadenas? ¿No ha habido nadie en todo el verano capaz de pensar que existen la juventud y los niños? ¿No ha pensado nadie en una imagen veraniega? ¿Dónde están las series que tanto entretenían, o espac...

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¿Dónde están la innovación, la originalidad y el sentido común de los guionistas de televisión? ¿Por qué nos dejamos engañar y nos quieren hacer creer que lo que demandamos es la programación que vemos?Es intolerable la falta de ética de las cadenas televisivas, donde ya no se tiene en cuenta ni edades ni horarios. ¿Por qué nos castigan continuamente con el mismo tipo de programación en todas las cadenas? ¿No ha habido nadie en todo el verano capaz de pensar que existen la juventud y los niños? ¿No ha pensado nadie en una imagen veraniega? ¿Dónde están las series que tanto entretenían, o espacios culturales (porque son muchos los acontecimientos que tienen lugar en casi todas las localidades españolas: fiestas, representaciones teatrales, conciertos) que nos hacían olvidar la larga rutina del resto del año?

Por favor, el verano es para descansar hasta de los cotilleos de los famosos y de la vida "fraternal" del resto de esta "insufrible parrilla televisiva". Pero como no hay mal que por bien no venga, por un lado, ganarán los famosos y, en segundo lugar, porque es el mejor camino para disuadirnos de ver televisión e invertir nuestro tiempo en algo más constructivo como la familia o la lectura.

¡Atención, televisiones! No jueguen con las encuestas ni con las personas. Habrá mucha gente que vea sus programas basura, pero somos muchos más los que deploramos esta programación.- Margarita Contreras Redondo. Madrid.

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