EL JAZZ DE CLINT EASTWOOD

Detrás de su inequívoco aspecto de hombre duro, el actor y director Clint Eastwood esconde a un entusiasta aficionado al jazz. El ex alcalde de la californiana Carmel, que ayer recibió en París la placa del bimilenario de la Ciudad de la Luz, la más alta distinción que otorga a grandes personalidades la capital francesa, ya dio muestras de esta pasión al rodar Bird, un conmovedor retrato del gran Charlie Parker, y ahora retoma el gusto por los ritmos sincopados, a muchos miles de kilómetros de la Tierra, en Space cowboys (Vaqueros del espacio). Estrenada hace...

Detrás de su inequívoco aspecto de hombre duro, el actor y director Clint Eastwood esconde a un entusiasta aficionado al jazz. El ex alcalde de la californiana Carmel, que ayer recibió en París la placa del bimilenario de la Ciudad de la Luz, la más alta distinción que otorga a grandes personalidades la capital francesa, ya dio muestras de esta pasión al rodar Bird, un conmovedor retrato del gran Charlie Parker, y ahora retoma el gusto por los ritmos sincopados, a muchos miles de kilómetros de la Tierra, en Space cowboys (Vaqueros del espacio). Estrenada hace una semana en Venecia, sin demasiado entusiasmo por parte de la crítica cinematográfica, los aficionados a la música podrán, en cambio, deleitarse con una banda sonora por la que asoman Joshua Redman, Maceo Parker y, sobre todo, Brad Mehldau. El pianista más piropeado de la última década se marca dos sorprendentes versiones de clásicos del pop: el Old man, de Neil Young, y Still crazy after all these years, que rubricase Paul Simon.-