TV-3 de verano

Este verano he pasado parte de mis vacaciones en casa, sospecho que como la mayoría de barceloneses, a juzgar por el movimiento observado en la ciudad este mes. Creo, pues, que agosto ha dejado de ser el periodo en que "nadie ve la televisión". Eso lo sabemos los telespectadores, pero parece que lo desconocen los programadores. Quiero referirme a la nefasta programación de TV-3 este verano. Se trata de la cadena que suelo seguir, porque mis neuronas hace tiempo que dejaron de resistir la programación de TVE. TV-3 ha ofrecido montañas de soporíferas películas de serie B, concursos sin ningún al...

Este verano he pasado parte de mis vacaciones en casa, sospecho que como la mayoría de barceloneses, a juzgar por el movimiento observado en la ciudad este mes. Creo, pues, que agosto ha dejado de ser el periodo en que "nadie ve la televisión". Eso lo sabemos los telespectadores, pero parece que lo desconocen los programadores. Quiero referirme a la nefasta programación de TV-3 este verano. Se trata de la cadena que suelo seguir, porque mis neuronas hace tiempo que dejaron de resistir la programación de TVE. TV-3 ha ofrecido montañas de soporíferas películas de serie B, concursos sin ningún aliciente, sentido ni gracia, y bodrios de sobremesa, como un programa dedicado a famosos de medio pelo. En cuanto a los informativos, ha habido errores de fondo y de forma: al margen de fallos en el contenido de algunas noticias, se emitieron reportajes que no se correspondían con lo que anunciaba el locutor, vídeos que se cortaban a media emisión, y gran abundancia de vocecillas cándidas de chicos jovencísimos para acompañar las imágenes.Una sospecha: ¿los directivos de TV-3 dejan los informativos, algo tremendamente serio, en manos de estudiantes porque "en agosto nadie ve la televisión"? Podría cambiar de cadena, pero no me da la gana, porque se trata de una televisión pública y la estoy pagando.- Anna Bernades Gracia. Barcelona.