XAVIER BARÓ - CANTAUTOR

"Habría que construir un 'eix transversal' cultural"

Tras varios años de silencio discográfico, el cantautor Xavier Baró regresa con un nuevo disco bajo el brazo. Deserts, título del compacto, representa un cambio notable en la producción del creador leridano ya que abre su música a otros estilos cercanos como el jazz, el blues y el rhythm and blues. El cantautor de Lleida opina que igual que existe una carretera transversal que une Cataluña, habría que construir también "un eix transversal cultural". A pesar de que su nombre no suene entre los más rutilantes de la cançó, Xavier Baró no es un recién llegado. A ...

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Tras varios años de silencio discográfico, el cantautor Xavier Baró regresa con un nuevo disco bajo el brazo. Deserts, título del compacto, representa un cambio notable en la producción del creador leridano ya que abre su música a otros estilos cercanos como el jazz, el blues y el rhythm and blues. El cantautor de Lleida opina que igual que existe una carretera transversal que une Cataluña, habría que construir también "un eix transversal cultural". A pesar de que su nombre no suene entre los más rutilantes de la cançó, Xavier Baró no es un recién llegado. A sus 45 años, el leridano ha editado ya cinco discos a su nombre, a los que precedieron diversos trabajos en grupo. A pesar de ello, el hecho de vivir en la ciudad de Lleida ha reducido enormemente sus posibilidades de promoción en el resto de Cataluña, por no decir de la Península.

"Hacer cosas en Lleida es fácil, lo difícil es que se conozcan en el resto del país", explica Baró en un tono resignado pero nada victimista. "En Lleida, las instituciones tienen una cierta sensibilidad por cosas culturales de más calidad, pero es imposible romper el gran centralismo de la ciudad de Barcelona en ese aspecto. Es necesario pasar por Barcelona para triunfar en Cataluña. La solución a ese problema pasa por las instituciones porque hablar de iniciativa privada es una utopía, y, sobre todo, pasa por la necesidad de que estén comunicadas entre sí. Igual que se construyó el Eix transversal, sería necesario construir un eix transversal cultural". Pese a todo, Xavier Baró está decidido a seguir viviendo en Lleida y luchar desde allí contra los imponderables.

Deserts, si todo sigue su cauce, puede ser el disco que sirva para que el panorama de la canción catalana descubra la compleja personalidad de Baró. Un panorama en el que, desde hace ya bastantes años, no aparece ningún nombre nuevo con la suficiente pegada como para plantar cara a los grandes popes de la cançó. "En los últimos tiempos, la gente más joven sólo ha recibido las influencias del mundo del pop, que es un campo musical cerrado, limitado y al que le hace falta una parte de pensamiento, desde filosofía a poesía", afirma el cantautor leridano con rotundidad. "El pop, por razones puramente comerciales, se alimenta de sí mismo, no tiene acceso a otras corrientes de pensamiento que le permitirían estar más abierto".

Lo curioso es que los nombres más clásicos de la cançó siguen triunfando y su público es cada día más joven. "Hasta hace poco, yo pensaba que la renovación tendría que partir de un público joven que fuera más radical, pero no ha sido así. Claro que se debe tener en cuenta cómo han sido educados personal y culturalmente esos jóvenes: lo más lejos que les lleva su inquietud es a considerar a Lluís Llach como un gran talento cultural-musical. No pueden ir más lejos porque no conocen nada más".

En lo que se refiere a este aspecto de la apertura, el nuevo disco de Xavier Baró puede ser todo un paradigma. La típica canción de autor se entremezcla con el jazz, el blues, el rhythm and blues y algunos toques de rock. "He buscado un cambio con todo lo anterior. Había llegado a un punto en mi carrera como artista solitario en el que en mi relación con el público las cosas nunca trascendían más allá. Eso me obsesionaba, rompí con todo y casi he comenzado de nuevo haciendo todo lo contrario: abrir mi trabajo a otras aportaciones".

En ese punto ha sido esencial la figura del contrabajista David Mengual, procedente del campo del jazz, que ha actuado como arreglista y productor de este último trabajo de Baró. "La diversidad del disco no ha sido buscada", afirma el cantautor. "Ha ido surgiendo a medida que lo grabábamos. Todos esos contrastes tan marcados son fruto de mi personalidad: tengo influencias muy variadas y ya no me importa que se exterioricen. No he querido unificar nada porque prefería que cada canción creciera por sí misma".

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Herminia Sirvent

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