La policía británica ya puede confiscar el pasaporte a los 'hooligans'
La polémica legislación sobre Disturbios en el Fútbol, conocida como ley de los hooligans, entró ayer en vigor con tiempo suficiente para aplicarse contra los hinchas radicales ingleses que intenten viajar a Francia la semana próxima. La reforma legislativa, que se limita a Inglaterra y Gales, permite a la policía detener no sólo a hooligans fichados o conocidos sino también a cualquier sospechoso de causar camorra en un encuentro de fútbol internacional. "Estos poderes son correctos y proporcionados", defendió ayer Lord Bassam, portavoz en la Cámara de los lores del Ministerio b...
Diez años de sanción
La polémica legislación sobre Disturbios en el Fútbol, conocida como ley de los hooligans, entró ayer en vigor con tiempo suficiente para aplicarse contra los hinchas radicales ingleses que intenten viajar a Francia la semana próxima. La reforma legislativa, que se limita a Inglaterra y Gales, permite a la policía detener no sólo a hooligans fichados o conocidos sino también a cualquier sospechoso de causar camorra en un encuentro de fútbol internacional. "Estos poderes son correctos y proporcionados", defendió ayer Lord Bassam, portavoz en la Cámara de los lores del Ministerio británico del Interior.Jóvenes con tatuajes en el cuerpo o luciendo camisetas de su equipo favorito pueden caer en la interpretación policial de sospechoso, aunque nunca antes hayan cometido ningún delito. En el momento de la detención, y haciendo caso omiso al pilar de la jurisprudencia inglesa sobre presunción de inocencia, los agentes de policía podrán confiscar pasaportes para prevenir viajes al extranjero. Es la mano dura elegida por el Gobierno de Tony Blair para erradicar los elementos indeseables del fútbol inglés y evitar la repetición de las escenas violentas que se vieron durante la Eurocopa del 2000. Cientos de hinchas ingleses fueron entonces detenidos y deportados por las autoridades belgas y holandesas.
La legislación se tramitó a marchas forzadas en el Parlamento de Westminster a fin de tener efecto antes del amistoso entre Francia e Inglaterra, que se juega la semana próxima, y del encuentro clasificatorio para el Mundial de 2002 previsto en Finlandia en octubre. El gobierno guillotinó el debate que reclamaba la oposición política para sopesar posibles implicaciones y abusos de los derechos civiles de todo ciudadano. Con el tiempo en contra, ofreció finalmente una concesión: la ley será revisada dentro de dos años.
Mientras tanto, la policía se reserva el derecho de detener y confiscar los pasaportes de sospechosos y conocidos hooligans cinco días antes de la celebración de un partido internacional. Los tribunales, por su parte, podrán vetar la salida del país durante un plazo máximo de diez años. "Otorga a la policía poderes adicionales para cumplir el trabajo. Les permitirá centrarse en aquellos que tienen probabilidades de causar problemas, como los que provocaron caos en las calles de Charleroi este verano", dijo ayer Bassan. Rogg Hogg, de la Asociación de Oficiales de Policía, señaló por su parte que las operaciones se llevarán a cabo en colaboración con la división especializada en el lucha contra el hooliganismo del Servicio Nacional de Inteligencia. Hogg anticipa la aplicación de la ley hoy mismo de forma que los tribunales ratifiquen la confiscación de pasaportes en vísperas del amistoso Inglaterra-Francia.