VUELTA 2000

La Vuelta busca su primer líder

Las vísperas se viven entre la fe de Zubeldia o Galdeano y el sigilo de Olano o Ullrich

Haimar Zubeldia no teme a la Vuelta, aunque le imponen los 21 días de carrera. Nunca ha recorrido tantos kilómetros seguidos de competición. Abraham Olano ya sabe los asuntos imprescindibles, y mucho más, que debe conocer un ciclista de esta ronda. Él ya la ganó en 1998. En cambio, ha entrado en Málaga con sigilo. Prefiere que no se hable de él. Ve el libro de ruta y resopla. A Jan Ullrich también le gustaría la intimidad, el aislamiento. Pero lo tiene imposible. Es el favorito. El ogro de agosto en las carreteras europeas. Por mucho que intente despistar y decir que la Vuelta no le interesa d...

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Jiménez, con dolores

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Haimar Zubeldia no teme a la Vuelta, aunque le imponen los 21 días de carrera. Nunca ha recorrido tantos kilómetros seguidos de competición. Abraham Olano ya sabe los asuntos imprescindibles, y mucho más, que debe conocer un ciclista de esta ronda. Él ya la ganó en 1998. En cambio, ha entrado en Málaga con sigilo. Prefiere que no se hable de él. Ve el libro de ruta y resopla. A Jan Ullrich también le gustaría la intimidad, el aislamiento. Pero lo tiene imposible. Es el favorito. El ogro de agosto en las carreteras europeas. Por mucho que intente despistar y decir que la Vuelta no le interesa demasiado. Igor González de Galdeano representa el término medio en cuanto a experiencia: no mucha pero rica. En cuanto a sensaciones, las de ganador. Cuando le preguntan si acabará primero no contesta "sí", pero tampoco elude el "¿y por qué no?". Son cuatro personajes importantes de la Vuelta. Cuatro ciclistas que hoy saben que pasan el primer examen, pero visto desde cuatro esquinas distintas. No es un prólogo. Es la primera etapa. Esto va en serio.A Zubeldia lo han mimado tanto hasta hoy que pasa inadvertido. Pocos le reconocen físicamente, y eso que su estatura no es nada despreciable. Julián Gorospe, director del Euskaltel, lo ha querido mantener centrado en su progresión, poco a poco. En la Vuelta ya no se puede escapar. Es su hombre para la general. Pero, aun así, lo quiere llevar con sosiego. Por eso no le ha dado el número 41, propio de un líder. En el equipo se han repartido los dorsales por orden alfabético. A Zubeldia le ha tocado el último.

Olano, en cambio, se prepara a sí mismo y a los demás para una Vuelta a un ritmo menos fuerte que en pasadas ediciones. No se ve ahora con la misma fuerza que el año pasado, cuando lideró buena parte de la carrera, o hace dos, con su triunfo. Le falta, pese a su experiencia, la seguridad en sí mismo de Zubeldia, el novato.

Ullrich sí la tiene, pero no quiere demostrarla. "Está pensando más en Sydney que en la Vuelta", asegura su director en el Telekom, Rudy Pevenage. "Está bien, mucho más fuerte que al inicio del Tour, desde luego. Ha corrido poco últimamente, aunque muy bien. La cuestión está en la mente". El año pasado afirmaba que venía a España de paseo y terminó paseándose, de amarillo.

Galdeano no quiere oír de paseos. Ha arriesgado centrándose sólo en la Vuelta y ha llegado a Málaga con las mismas intenciones del año pasado en Murcia, donde ganó la etapa prólogo. De un modo u otro, él competirá para ganar hoy y también para contar los segundos que le separen de los otros tres rivales, y del largo listado de los demás favoritos.

El español José María Jiménez, del Banesto, mantendrá las dudas sobre su participación en la Vuelta hasta el último momento, según confirmó ayer Eusebio Unzue, director del equipo. El ciclista de El Barraco sigue teniendo fuertes dolores en las costillas y en las piernas, como consecuencia del accidente que sufrió la semana pasada mientras se entrenaba: fue arrollado por un coche cerca de Ávila.

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