Cultura y espectáculos

'EL CEMENTERIO DE AUTOMÓVILES', 40 AÑOS DESPUÉS

Cuarenta y tres años después de que Fernando Arrabal (Melilla, 1932) escribiera El cementerio de automóviles, el Centro Dramático Nacional (CDN) recupera esta obra considerada entonces muy polémica. La única vez que se ha estrenado en España este texto, que presenta una sociedad en desintegración, fue en 1978, montada por el dramaturgo argentino Víctor García. Sólo permaneció tres semanas en cartel porque no funcionó. El montaje de esta nueva versión, del director del CDN, Juan Carlos Pérez de la Fuente, tiene poco que ver con la representación de Víctor García. ...

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Cuarenta y tres años después de que Fernando Arrabal (Melilla, 1932) escribiera El cementerio de automóviles, el Centro Dramático Nacional (CDN) recupera esta obra considerada entonces muy polémica. La única vez que se ha estrenado en España este texto, que presenta una sociedad en desintegración, fue en 1978, montada por el dramaturgo argentino Víctor García. Sólo permaneció tres semanas en cartel porque no funcionó. El montaje de esta nueva versión, del director del CDN, Juan Carlos Pérez de la Fuente, tiene poco que ver con la representación de Víctor García. El cementerio de automóviles de Pérez de la Fuente es una puesta en escena "a la italiana: serena y ordenada, en la que vamos descubriendo el caos a través de personajes marginales. Es una propuesta tremendamente ceremonial", según dijo el director en Santander.El director del CDN ha elegido esta obra de Arrabal (escrita en 1957), y no otra, porque la considera uno de los diez mejores textos de este siglo y un clásico. "Lejos de envejecer, va más allá de las circunstancias políticas de ese momento en España, y aunque contiene muchos simbolismos e influencias de aquella época en el fondo es una búsqueda de libertad. Es un viaje iniciático al ser humano; y aunque hoy vivamos en democracia tenemos que preguntarnos si lo hemos conseguido todo con ella o tenemos que seguir buscando". Opinó que el teatro lo que tiene que hacer es contar historias que conmuevan y seducir al público, "no hacer teatro contra el público". El director alaba también ese cementerio de Arrabal en el que se mezcla la confusión, el humor ("tiene influencias del cine mudo de los hermanos Marx"), la ternura y la crueldad; y que recoge todos los tópicos de la España de este siglo. "He sido muy fiel al espíritu arrabaliano, que huele a España por los cuatro costados, con sus obsesiones, miedos, sueños negros y ansias de libertad".

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Pérez de la Fuente se quejó de que Arrabal, que vive habitualmente en Francia, no sea un autor querido por los directores españoles. "Hay que romper con ese viejo tópico de que los autores españoles no interesan. Y lo triste es que le suceda a Arrabal a sus 68 años. Las obras gustan o no gustan. Cuando estudiemos el siglo XX no podremos estudiarlo en su complejidad si nos dejamos, como nos hemos dejado, a este gran dramaturgo". Comparó El cementerio de los automóviles con Esperando a Godot, para criticar por qué si la segunda obra conmueve no lo hace la escrita por Arrabal. Y si alguien se escandaliza con esta obra "es un hipócrita", lanzó el director. "Con la violencia que hoy se vive en España, si alguien se rasga las vestiduras con esta obra es un hipócrita".

Con El cementerio de automóviles, Fernando Arrabal regresa al Centro Dramático Nacional tras su única visita en 1983 con José Luis Alonso de director. "Es un delito que sólo haya acudido una vez. Por eso nuestra principal satisfacción es la de recuperar a Arrabal", concluyó Pérez de la Fuente.

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