Tribuna:

Al 100%

Pedro Martínez de la Rosa demostró ayer y sobre todo confirmó: primero, que lo de Canadá y Austria no fue ninguna casualidad; y segundo, que es capaz de aprovechar al 100% sus posibilidades y sacar el máximo partido de sus circunstancias confirmando que no está en la fórmula 1 por capricho de nadie.Pedro ha dado un paso en firme hacia adelante para pasar de ser un piloto que aporta un patrocinador a un equipo a convertirse en un piloto contratado y pagado por su talento, y es aquí donde de nuevo tendrá que volver a demostrar de lo que puede llegar a ser capaz. Porque hoy las circunstancias de ...

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Marc Gené

Pedro Martínez de la Rosa demostró ayer y sobre todo confirmó: primero, que lo de Canadá y Austria no fue ninguna casualidad; y segundo, que es capaz de aprovechar al 100% sus posibilidades y sacar el máximo partido de sus circunstancias confirmando que no está en la fórmula 1 por capricho de nadie.Pedro ha dado un paso en firme hacia adelante para pasar de ser un piloto que aporta un patrocinador a un equipo a convertirse en un piloto contratado y pagado por su talento, y es aquí donde de nuevo tendrá que volver a demostrar de lo que puede llegar a ser capaz. Porque hoy las circunstancias de Pedro son las de correr sin absolutamente ninguna presión excepto la que él se autoimponga. Cualquier resultado será siempre bueno. Ha demostrado que merece ser tenido en cuenta y a partir de ahora tendrá que seguir estando en ese listón que él se está marcando para que cuando llegue al oportunidad de poder dar el salto a un equipo mejor cuenten con él y no con otro.

Quisiera explicar bajo mi punto de vista porqué lloraba ayer Barrichello como un niño después de ganar el Gran Premio. Y simplemente es porque ha estado bajo una grandísima presión, porque está sentado en uno de los grandes coches dela fórmula 1, porque ayer se demostró sobre todo a sí mismo que es capaz de ganar en las peores circunstancias, no estando clasificado hasta última hora en los entrenamientos, saliendo desde muy atrás en la parrilla de salida y teniendo que leer y oír en muchos medios que no daba la talla para conducir un Ferrari. Éste es el próximo paso que un día Pedro tendrá que dar. Y confirmarse a él y a todos, pero sobre todo a él mismo, que puede ser uno de los grandes de la fórmula 1.

No quisiera olvidarme de Marc Gené. Creo que también está sacando lo mejor de sí mismo y del motor que tiene, que no olvidemos que pesa 18 kilos más y tiene 70 caballos menos que el de Pedro. Y aun así, en carrera se está peleando con coches mucho más competitivos que el suyo y espero que Marc un día también pueda primero demostrar su talento, como está haciendo Pedro, y luego que es uno de los grandes.Pero no nos olvidemos de que la fórmula 1 es muy, muy difícil, que sólo hay 22 pilotos y que en España somos muy dados a levantar y hundir deportistas con mucha facilidad. Dejémosles trabajar. Llevan dos años en la fórmula 1 y ya los queremos ver campeones. A Crivillé le costó ser campeón del mundo seis o siete años, no lo sé exactamente; a Barrichello su día de gloria le ha tardado en llegar siete años de estar ahí gran premio tras gran premio. Hoy Pedro es una realidad. Marc está luchando por conseguirlo. Y Fernando Alonso, todavía en la fórmula 3.000, muy pronto se unirá a ellos. Dejémosles trabajar, dejémosles luchar, porque en ellos está el futuro español en la fórmula 1.

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