Tribuna:Ni ancho ni ajeno

Terra Mítica, civilizaciones y sorpresa

La Audiencia de Valencia ha embalado la monotonía y se ha movido lo suyo: la sección tercera ha solicitado que se despenalice la insumisión y se indulte a un transgresor, en consideración a que "el Parlamento ya ha decidido que el servicio militar no es obligatorio"; y la sección novena ha desestimado el recurso de Feria de Valencia contra la sentencia que, en primera instancia, la condenó a indemnizar, con 25 millones, a la Fundación Ausiàs March, porque le negó, después de acordarlo, el pabellón en el que habían de celebrarse los actos de los Premis Octubre de 1997. Aquella negativa obedeció...

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La Audiencia de Valencia ha embalado la monotonía y se ha movido lo suyo: la sección tercera ha solicitado que se despenalice la insumisión y se indulte a un transgresor, en consideración a que "el Parlamento ya ha decidido que el servicio militar no es obligatorio"; y la sección novena ha desestimado el recurso de Feria de Valencia contra la sentencia que, en primera instancia, la condenó a indemnizar, con 25 millones, a la Fundación Ausiàs March, porque le negó, después de acordarlo, el pabellón en el que habían de celebrarse los actos de los Premis Octubre de 1997. Aquella negativa obedeció, en atinado criterio de Eliseu Climent, a la "pantanada de intolerancia del PP". Ahora, otra pantanada de obsesiones pretende enturbiar la conveniencia o no de la hipotética fusión de Bancaixa y la CAM. Una gran parte de la plantilla de la segunda de las citadas entidades de ahorro, y la UGT, coinciden en señalar cómo las presiones de Zaplana obedecen a intereses partidistas.

Identidad, coherencia y persnas

Pero el president, aun sin tanto fuelle ni perentoriedad, sigue dale que te dale, si bien ya admite la necesidad de "cotejar y estudiar" toda la documentación al respecto. Que Julio de Miguel y Vicente Sala, con sus directores y sus expertos financieros; que los sindicatos, los empleados y los impositores, procedan como consideren más ventajoso y de acuerdo con los informes de las empresas consultadas, sin más injerencias políticas, que tantas suspicacias levantan. Además, el PSPV ya expresará su opinión, sin necesidad de que Eduardo Zaplana la anticipe sin "ninguna duda", insinuando acuerdos de trastienda. Al PSPV le esperan semanas acaloradas e intensas, después del congreso del PSOE que tantas expectativas y esperanzas ha despertado en amplios sectores de la sociedad. Aparte de la pérdida de la alcaldía de Alcoy, que tras la dimisión de Josep Sanus, se ha llevado, en precario, el conservador Miguel Peralta, el socialismo valenciano tiene muchas cosas que recuperar: su redefinición ideológica; el debate y la coherencia; el espacio social arrasado, después de cinco años de enfrentamientos e insensateces; la superación de un fraccionamiento en familias, clanes, tribus, sensibilidades y personalismos esquinados; la lealtad a sus principios y al conjunto de su militancia; la responsabilidad histórica, la implicación en la problemática real y cotidiana de las clases más oprimidas, sin solapadas y vacuas intenciones electoralistas, que tal argucia es patrimonio de la derecha.

Y Terra Mítica va

La pluralidad no significa división, sino enriquecimiento, como han apuntado Granados, Calero y Romeu. Nadie es imprescindible, pero nadie sobra. El PSPV, si se aclara y fulmina las prácticas subterráneas, es una sólida apuesta de futuro. Veremos cómo ventila y cierra su congreso. Veremos cuál es su respuesta y su propuesta política y social, a finales de septiembre. Voto de confianza, al canto, hasta entonces. Y mientras, EU, con una inicial diferencia de criterios, trata de articular una plataforma electoral donde se enrolen organizaciones de izquierda y movimientos progresistas, para "desalojar al PP del poder". Difícil empeño, ahora que el PP, además de una mayoría aplastante, cuenta con el favor de las divinidades y de los héroes paganos. El príncipe Felipe inauguró Terra Mítica. La nave emblemática de la Generalitat va. Y con un atractivo más: a las cinco civilizaciones, la griega, la egipcia, etcétera, se agregó por sorpresa, una última: la civilización de la cachiporra franquista: los antidisturbios cargaron contra los bomberos que incomodaban con sus carencias. Qué hermoso espectáculo. Deberían institucionalizarlo, para que el turista conociera unos procedimientos que aún tienen vigencia. Y lástima: se abre en olor de multitud un parque, y se congela otro: el de la Universidad de Alicante. Qué pintoresco. En fin, que ustedes se suden agosto a gusto.

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