Expectativas

¿Sorpresa? ¿Estaba previsto? En estos días he escuchado que Zapatero era el candidato que iba a ganar porque así estaba previsto y, otros, por contra, me han insistido en que Bono era la solución prevista. Por los datos que se han filtrado de la delegación andaluza, me inclino a pensar que el nuevo secretario general del PSOE no es el que las fuerzas fácticas deseaban. De cualquier modo, los socialistas españoles han salido de su 35 Congreso de forma muy diferente a como entraron. En primer lugar, han logrado recomponer una unidad interna. El voto obtenido por la Ejecutiva demuestra que cuenta...

¿Sorpresa? ¿Estaba previsto? En estos días he escuchado que Zapatero era el candidato que iba a ganar porque así estaba previsto y, otros, por contra, me han insistido en que Bono era la solución prevista. Por los datos que se han filtrado de la delegación andaluza, me inclino a pensar que el nuevo secretario general del PSOE no es el que las fuerzas fácticas deseaban. De cualquier modo, los socialistas españoles han salido de su 35 Congreso de forma muy diferente a como entraron. En primer lugar, han logrado recomponer una unidad interna. El voto obtenido por la Ejecutiva demuestra que cuenta con la inmensa mayoría del Congreso. En segundo lugar, de un golpe, han realizado la renovación generacional y política que venían debatiendo de forma ya cansina desde hace ya algunos años. Salvo Chaves, como Presidente, y Redondo Terreros, no hay en esa Ejecutiva ni uno solo de los conocidos rostros del PSOE de las últimas dos décadas.Tiene por delante José Luis Rodríguez Zapatero una tarea bastante ardua. Lo conseguido en el Congreso federal debe ahora traducirse en la renovación de los cuadros dirigentes regionales y locales. Y eso ya es otro cantar. No todas las organizaciones socialistas actúan como lo ha hecho la catalana, un modelo de transición sin trauma. Trasladar a la estructura de este partido, tan desgastado por querellas internas y poderes congelados en ámbitos territoriales ese espíritu de cambio generacional y político le va a ocasionar más de un quebradero de cabeza. ¿Y los andaluces? ¿Cómo van a actuar a partir de ahora los Caballos, Pizarro, Zarrías? Son representantes de la más fuerte y compacta organización del conjunto de los socialistas, pero a la vez la que seguramente también necesita de adecuación y renovación. Que Manuel Chaves sea el Presidente del PSOE es un símbolo del poder que los andaluces mantienen dentro del partido.

Sin embargo, la verdadera lección de Rodríguez Zapatero la tendremos que ver a partir del otoño. A partir de ahí apreciaremos si ha nacido un líder nacional, capaz de expresar un proyecto de una izquierda moderna y alternativa, o bien es simplemente otro caballo que a mitad de carrera pierde las apuestas.