El primer día, polémica por las normas
La primera jornada del congreso socialista estará marcada por la polémica sobre las normas de elección del secretario general que dirigirá el PSOE en esta nueva etapa. Es precisamente este tema el único que Manuel Chaves y la Comisión Política que dirige no han conseguido llevar al congreso como algo cerrado. No ocurrirá, como pretendían, que pase de corrido por la Comisión de Estatutos y no cree polémica. Precisamente es el asunto más controvertido en los últimos días. Hoy, cuando se tome la decisión definitiva, es seguro que provocará un fuerte revuelo.La discusión básica se centra en si hab...
La primera jornada del congreso socialista estará marcada por la polémica sobre las normas de elección del secretario general que dirigirá el PSOE en esta nueva etapa. Es precisamente este tema el único que Manuel Chaves y la Comisión Política que dirige no han conseguido llevar al congreso como algo cerrado. No ocurrirá, como pretendían, que pase de corrido por la Comisión de Estatutos y no cree polémica. Precisamente es el asunto más controvertido en los últimos días. Hoy, cuando se tome la decisión definitiva, es seguro que provocará un fuerte revuelo.La discusión básica se centra en si habrá una o dos vueltas para la elección del secretario general y, aunque no hay dudas de que se quedará en una, nadie podrá evitar que la discusión se prolongue hasta el plenario. Los partidarios de Rosa Díez y Matilde Fernández se creen con capacidad numérica para conseguir en el trámite de comisión el 20% de los votos, que les permitirían continuar la discusión en el pleno y que los 998 delegados tengan que votar.
Ambas candidatas consideran que si esa votación se produjera con papeleta y no a mano alzada, como previsiblemente ocurrirá por decisión de la Mesa del Congreso, que presidirá Marcelino Iglesias, presidente del gobierno aragonés, las posibilidades de instaurar la segunda vuelta serían considerables.
El último en entrar en esta polémica ha sido el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, quien el miércoles acusó a Chaves de proponer la elección a una vuelta para neutralizar al sector guerrista, al que Ibarra pertenece, al evitar que pueda mostrar su fuerza en una segunda votación.