FLORENTINO PÉREZ

De político a constructor con el fútbol como vicio

"Presidir el Real Madrid es su único vicio". María Ángeles Sandoval no tiene reparo alguno en desvelar tal clase de debilidad en su marido, Florentino Pérez. El calendario de este empresario madrileño de 53 años tiene marcada una fecha. El domingo puede ver cómo ese vicio se transforma en un sueño. La presidencia de un club como el Madrid sería el mejor broche para culminar la trayectoria profesional de este Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Intentó la presidencia madridista en 1995. En las urnas sumó más apoyos que Ramón Mendoza, pero los votos por correo -él sostiene todavía que de fo...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Presidir el Real Madrid es su único vicio". María Ángeles Sandoval no tiene reparo alguno en desvelar tal clase de debilidad en su marido, Florentino Pérez. El calendario de este empresario madrileño de 53 años tiene marcada una fecha. El domingo puede ver cómo ese vicio se transforma en un sueño. La presidencia de un club como el Madrid sería el mejor broche para culminar la trayectoria profesional de este Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Intentó la presidencia madridista en 1995. En las urnas sumó más apoyos que Ramón Mendoza, pero los votos por correo -él sostiene todavía que de forma irregular- le derrotaron. Apenas 600 votos inclinaron la balanza en contra de este empresario que se lanzó inicialmente a las lides políticas, en 1976: concejal por UCD del ayuntamiento de Madrid, director general de Infraestructura del Transporte del Ministerio de Transportes y presidente del IRYDA del Ministerio de Agricultura.

Más información

En 1983 da carpetazo a su etapa política y decide un cambio de rumbo. Entra de lleno en el mundo que mejor conoce por su profesión, el de la construcción. Rescata del Fondo de Garantía de Depósitos la empresa Construcciones Padrós a un precio de peseta por acción e inicia un despegue con la compra de empresas del ramo como Ocisa y Auxini, o la fusión más tarde, en 1997, con Ginés y Navarro, la constructora de la familia March. Aparece ACS, el cuarto grupo de construcción y servicios de España bajo la presidencia de Florentino Pérez. El grupo emplea a 27.000 personas, trabaja en más de 50 países del mundo, este año facturará 560.000 millones de pesetas y prevé unos beneficios de unos 20.000 millones. El grupo, además, se ha apuntado a las nuevas tecnologías y es accionista destacado de Xfera, el consorcio que dispone de una licencia de telefonía móvil multimedia. El año pasado fue elegido empresario del año por una revista especializada.

Florentino Pérez ha marcado más de un gol en sus negocios. Ahora quiere hacerlo en su campo natural, desde la presidencia del Madrid, y, como si de una competición futbolística se tratase, espera dar la vuelta al marcador del partido de ida -la derrota ante Mendoza-, y ganar las elecciones.

Cinco años han transcurrido desde ese partido. Todo un lustro de espera para una segunda oportunidad, que en boca de Florentino Pérez, se ha presentado con "veranidad y alevosía", por la fecha de las elecciones, a rebufo de la octava Copa de Europa. A pesar de ello, Florentino Pérez no dudó en saltar a la arena electoral. Arropó su junta directiva con dos hombres de negocios y dinero como vicepresidentes. Juan Abelló y Fernando Fernández Tapias, presidentes de Airtel y de la patronal madrileña, respectivamente.

Dispone del apoyo tácito de instituciones nacionales, autonómicas y municipales. De algo le ha de servir su paso por el mundo de la política. Su nexo más estrecho es Pedro Antonio Martín Marín, ex Secretario de Estado de Comunicación y actual diputado. Figuró como su vicepresidente en su primer intento de lograr la presidencia, pero en esta ocasión ha quedado fuera "para no politizar la candidatura", según aclaró el propio Martín Marín.

"Por el cambio, por un proyecto nuevo, en el que estén siempre los mejores y no los familiares y amigos", abogó Florentino Pérez el día que anunció su candidatura. Luego, anunció un compromiso con Figo como principal arma de su campaña.