Tribuna:EUROCOPA 2000Cuartos de final

El problema de la inmigración

El problema de la inmigración sigue azotando a Europa. En lo que al fútbol se refiere, los que más lo sufren son España, Inglaterra y Alemania, tres de los cuatro países con las ligas más potentes del continente. Italia es la excepción, la que se coló a las semifinales de la Eurocopa. Porque los otros tres países que han llegado a semifinales, todos jugando con más fluidez que Italia, son exportadores netos de sus mejores futbolistas. Las selecciones de Francia, Holanda y Portugal consisten casi en su totalidad de jugadores que militan en clubes españoles, ingleses, alemanes o italianos. Son s...

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El problema de la inmigración sigue azotando a Europa. En lo que al fútbol se refiere, los que más lo sufren son España, Inglaterra y Alemania, tres de los cuatro países con las ligas más potentes del continente. Italia es la excepción, la que se coló a las semifinales de la Eurocopa. Porque los otros tres países que han llegado a semifinales, todos jugando con más fluidez que Italia, son exportadores netos de sus mejores futbolistas. Las selecciones de Francia, Holanda y Portugal consisten casi en su totalidad de jugadores que militan en clubes españoles, ingleses, alemanes o italianos. Son selecciones en las que brillan los inmigrantes. Diez de los once franceses que salieron al campo en cuartos de final juegan en ligas extranjeras. De los holandeses, también diez. Y de los portugueses, ocho. ¿Qué conclusiones sacar? Una la propuso Frank Leboeuf, el suplente de Laurent Blanc en la selección francesa, y actualmente jugador del Chelsea. Leboeuf opina que los mejores jugadores españoles, alemanes e ingleses deberían de completar sus aprendizajes en el extranjero. "España, Alemania e Inglaterra lo están pasando mal porque la mayoría de sus seleccionados siguen jugando en sus propios países", dijo Leboeuf en declaraciones la semana pasada a la prensa inglesa, que estaba ansiosa por saber cual podría ser la respuesta a los graves problemas que padece su selección. "Creo que la solución para Inglaterra sería que sus mejores jugadores se fueran al extranjero a recoger nuevas experiencias. Este es el motivo por el cual Francia es tan fuerte en este momento. Casi todos nuestros jugadores compiten en el extranjero. Zidane mejoró como jugador en Italia; lo mismo se puede decir de mí y de Emmanuel Petit en Inglaterra. Aprendes a tener más confianza en ti mismo. En Italia, por ejemplo, el nivel técnico es muy alto. En Inglaterra juegan con un gran espíritu competitivo".

Leboeuf reconoce, por otro lado, que las ligas nacionales de los países emigrantes sufren las consecuencias del éxodo de sus grandes estrellas. Los campeonatos de Francia, Holanda y Portugal son de segunda categoría. Sus equipos no son rivales dignos del Real Madrid, del Manchester United o del Bayern Múnich en la Liga de Campeones.

Claro, existe otra conclusion que se puede extraer de la tesis que propone el central francés. Una que se plantea con bastante más frecuencia. Que la plaga de inmigrantes está afectando seriamente la calidad de juego de las selecciones nacionales de los países que invaden. Lástima que España no venciera a Francia anoche porque, entre otras cosas, así se podria haber puesto punto final a este estéril debate. A no ser que la Unión Europea deje de existir, la migración interna de jugadores no se va a detener. Mientras tanto, las observaciones de Leboeuf invitan a la reflexión. Los ingleses tienen un dicho. "If you can't beat them, join them" La traducción al español sería, "Si no puedes ganarlos, únete a ellos".

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