"No tengo miedo a la derrota, cabreo tampoco; decepción, sí"

Con 44 años, doce de ellos al frente de CC OO de Euskadi, Santiago Bengoa se enfrenta hoy al séptiomo congreso de su central con la duda de no salir elegido. A diez días del congreso, que se abre hoy en Vitoria, el sector crítico, encabezado por Josu Onaindi, presentó una candidatura alternativa a la oficial. Bengoa, natural de Olaeta, se debate en medio del calor entre el vértigo a una derrota y la sensación de traición.Pregunta. ¿Le ha pillado por sorpresa la candidatura alternativa presentada?

Respuesta. Totalmente. En la ejecutiva ampliada a los secretarios de las federaciones debat...

Con 44 años, doce de ellos al frente de CC OO de Euskadi, Santiago Bengoa se enfrenta hoy al séptiomo congreso de su central con la duda de no salir elegido. A diez días del congreso, que se abre hoy en Vitoria, el sector crítico, encabezado por Josu Onaindi, presentó una candidatura alternativa a la oficial. Bengoa, natural de Olaeta, se debate en medio del calor entre el vértigo a una derrota y la sensación de traición.Pregunta. ¿Le ha pillado por sorpresa la candidatura alternativa presentada?

Respuesta. Totalmente. En la ejecutiva ampliada a los secretarios de las federaciones debatimos la candidatura a la secretaría general y se me encomendó casi por unanimidad encabezar el nuevo periodo. Nada hacía presagiar la presentación de una candidatura alternativa, más aún cuando no se han explicitado las razones y las diferencias reales, si es que existen. Lo que se ha pretextado, el modelo de gestión y la participación de las federaciones es una falacia en la medida en que se han ofrecido distintas alternativas.

P. ¿Tiene miedo a la derrota?

R. Miedo ninguno, cabreo tampoco; decepción, sí.

P. ¿Por qué?

R. Porque hay personas implicadas en la candidatura que han venido trabajando conmigo a lo largo de muchos años, entre ellos el responsable de Organización sin ir más lejos, que han eludido el debate y se han limitado a presentar la candidatura.

P. Pero más allá de lo que se ha hecho público, ¿existe un problema personal o político?

R. CC OO de Euskadi, con 50.000 afiliados, es una organización plural, y más en una sociedad atravesada de conflictos y diferencias. No somos distintos que la sociedad. Si un papel se me ha reconocido es el de equilibrio entre las distintas sensibilidades. Los problemas más importantes los he tenido por la actitud del sindicato en la lucha por la libertad, la paz y la democracia tras el fin de la tregua de ETA. La actitud mantenida en este periodo, exigiendo al lehendakari, tras el asesinato de Fernando Buesa, la busqueda de un escenario unitario de condena de la violencia y, ante la imposibilidad de lograrlo, decidir participar en la manifestación junto a los familiares de Buesa, fue un momento de crítica de algunos compañeros. Y la convocatoria de la ejecutiva en Andoain para reivindicar a José Luis López de la Calle como uno de los nuestros, no solo como fundador, sino también como militante, encontró resistencias. En el sindicato no hay dudas sobre la condena de la violencia, sino sobre la participación en manifestaciones. En la defensa de la paz y libertad también ha habido discursos que tampoco podemos aceptar: xenófobos, negadores de la igualdad de los derechos de los ciudadanos. Estamos marcados por nuestro nacimiento en plena dictadura. Cuando hoy se repiten gestos que recuerdan a aquellos tiempos, CC OO entra de lleno necesariamente en la reivindicación de la libertad.

P. ¿Quiere decir que hay un sector de CC OO próximo al pacto de Lizarra?

R. Puede haber compañeros a los que Lizarra les resulte alentador.

P. ¿La candidatura alternativa está en esa línea?

R. A la candidatura alternativa no se le puede tratar como un todo. Hay compañeros y compañeras que estarían en esa línea, pero esa candidatura puede tener afluentes distintos.

P. ¿Es posible llegar a un acuerdo antes de la votación?

R. Estoy abierto.

P. ¿Si termina el congreso sin acuerdo puede ser un varapalo a la línea de pequeño crecimiento?

R. Crecimiento sí, pero no pequeño, importante. El año pasado hemos crecido entorno al 10% de afiliados. En las últimas elecciones sindicales hemos crecido más de un punto y medio de representación, es decir un 10% sobre la representación que teníamos.

P. ¿Y ese crecimiento no se puede ver afectado por la división?

R. Si lo hacemos mal, sí. Apuesto hasta el final por lograr una candidatura de consenso, y no sólo eso, si vamos a dos candidaturas, y gano, como espero, mantengo la mano abierta para trabajar conjuntamente.

P. Sus ponencias dedican un apartado a ELA. ¿La no colaboración entre nacionalistas y no nacionalistas no tiene vuelta atrás?

R. Nuestra apuesta es por la unidad de acción sindical porque es rentable para los trabajadores y las organizaciones.

P. Pero más allá de los deseos...

R. Mientras ELA y LAB sigan teorizando sobre la bondad de la división sindical al presentar proyectos antagónicos a los trabajadores, la construcción nacional, hay poco que hacer. Decir a los trabajadores que su futuro depende de la ruptura del marco de relaciones laborales, de los sistemas solidarios de la Seguridad Social o de la protección del desempleo, es ir contra los tiempos.

P. ¿La división no tiene solución sin cambio de concepción política? ¿Tal vez con un cambio en la dirección de CC OO?

R. Creo que no, porque esas señas de identidad están muy marcadas en CC OO. Esa línea no ha sido cuestionada.

P. Pero mientras ELA cuente con la mayoría, su capacidad de influencia está limitada.

R. Es fácil decirlo y difícil comprobarlo. Somos el primer sindicato estatal. Junto con UGT representamos a más del 75% de los trabajadores que han participado en elecciones sindicales. Los acuerdos que hemos desarrollado afectan al conjunto de los trabajadores vascos. Aunque no somos el sindicato que ha firmado más convenios, sí somos el que ha firmado convenios que afectan a más trabajadores vascos.