OCEANOGRAFÍA Clima El circuito planetario de corrientes marinas se cierra gracias a las fuerzas de marea

El circuito de escala planetaria que las aguas oceánicas recorren en varios siglos, así como sus implicaciones en el clima y el cambio climático, es conocido desde hace tiempo. Sin embargo, ese circuito tiene un tramo oscuro de gran importancia, en concreto la emergencia de las aguas profundas hacia la superficie del Pacífico. El problema es como una curva invisible en un circuito de Fórmula1, de manera los coches desaparecen en un punto para aparecer en otro y continuar la carrera sin que se sepa cómo han pasado por la curva misteriosa. Las medidas tomadas con un altímetro del satélite Topex-...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El circuito de escala planetaria que las aguas oceánicas recorren en varios siglos, así como sus implicaciones en el clima y el cambio climático, es conocido desde hace tiempo. Sin embargo, ese circuito tiene un tramo oscuro de gran importancia, en concreto la emergencia de las aguas profundas hacia la superficie del Pacífico. El problema es como una curva invisible en un circuito de Fórmula1, de manera los coches desaparecen en un punto para aparecer en otro y continuar la carrera sin que se sepa cómo han pasado por la curva misteriosa. Las medidas tomadas con un altímetro del satélite Topex-Poseidon y su análisis basado en las fuerzas de marea permiten ahora a los estadounidenses Gary Egberg y R.D.Ray aclarar el asunto.La gran cinta océanica, como se llama esa circulación marina global, se conoce relativamente bien en los tramos atlánticos (en el ártico el agua se enfría, aumenta la salinidad, se hunde y baja desde Groenlandia por la costa americana hasta girar por el cabo de Hornos); en el Índico la corriente avanza casi el línea recta y llega hasta la mitad del Pacífico. También se sabe que en océano el agua emprende el regreso en superficie hacia el cabo de Hornos para subir por el Atlántico rozando la costa africana hasta el ecuador; allí el agua se dirige al Caribe, se calienta y continúa como corriente del Golfo en el Atlántico Norte.

El tramo desconocido era la curva en el Pacífico donde el agua emerge desde el fondo a la superficie y se calienta. Egbert y Ray sugieren en Nature (15 de junio) que las fuerzas de las mareas, producidas esncialmente por la Luna, disipan energía en las profundidades del océano al rozar las grandes masas de agua con los taludes del arco asiatico de islas. Este mecanismo, junto al ya conocido del arrastre de las aguas por los vientos, explican la emergencia del agua allí.

Archivado En