GENTE

LA NOCHE EN VELA DE LOS BLAIR

Con el aspecto cansado y feliz propio de los padres de recién nacidos, Tony Blair, primer ministro británico, reconoció ayer que su cuarto retoño había llorado toda la noche del sábado. El pequeño Leo, nacido en la medianoche del pasado viernes, y su madre, Cherie, se quedaron en casa descansando mientras sus tres hermanos, Euan, Nicholas y Kathryn -de 16, 14 y 12 años, respectivamente- iban a misa con su padre a la catedral católica de Westminster. Acabado el oficio religioso, Blair hizo las delicias de los parroquianos estrechando manos por doquier y comentando lo "maravilloso y llorón" que ...

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Con el aspecto cansado y feliz propio de los padres de recién nacidos, Tony Blair, primer ministro británico, reconoció ayer que su cuarto retoño había llorado toda la noche del sábado. El pequeño Leo, nacido en la medianoche del pasado viernes, y su madre, Cherie, se quedaron en casa descansando mientras sus tres hermanos, Euan, Nicholas y Kathryn -de 16, 14 y 12 años, respectivamente- iban a misa con su padre a la catedral católica de Westminster. Acabado el oficio religioso, Blair hizo las delicias de los parroquianos estrechando manos por doquier y comentando lo "maravilloso y llorón" que era su nuevo hijo. "Ha sido una noche movidita, pero estamos encantados", aseguró, para luego regresar a su domicilio de Downing Street, adonde siguen llegando flores y felicitaciones. Pasado ya el estremecimiento del parto, la prensa británica se ha lanzado ahora a la búsqueda de los posibles padrinos de Leo, responsable de los primeros lloros infantiles escuchados en la residencia de un primer ministro británico en 150 años. Entre los candidatos figuran desde familiares y políticos de la oposición hasta la mismísima Hillary Clinton, que se ha ofrecido ya a echar una mano con los biberones en cuanto pase por el Reino Unido.-

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