FÚTBOL 33ª jornada de Liga

El Deportivo promete suspense

El líder vuelve a mostrar su insolvencia fuera de casa y cae ante el ímpetu del Rayo

Así es el espíritu y la tradición de este equipo. Ganar su primer título de Liga holgadamente, con jornadas de anticipación y preservando la salud cardiaca de sus aficionados sería un atentado a las más arraigadas costumbres del Deportivo. Los resultados de la jornada colocaban al líder ante la posibilidad de abrir una distancia casi insalvable para todos los rivales. Y el Deportivo, fiel a su historia, rechazó la invitación y mantuvo el suspense de un campeonato que avanza a golpe de sorpresas. El líder salió en Vallecas a no complicarse la vida y a especular con su magnífica posición. Pero e...

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Así es el espíritu y la tradición de este equipo. Ganar su primer título de Liga holgadamente, con jornadas de anticipación y preservando la salud cardiaca de sus aficionados sería un atentado a las más arraigadas costumbres del Deportivo. Los resultados de la jornada colocaban al líder ante la posibilidad de abrir una distancia casi insalvable para todos los rivales. Y el Deportivo, fiel a su historia, rechazó la invitación y mantuvo el suspense de un campeonato que avanza a golpe de sorpresas. El líder salió en Vallecas a no complicarse la vida y a especular con su magnífica posición. Pero el partido no exigía esa actitud, frente a un Rayo que derrochó esfuerzo y que, amparado en la estrechez de su campo, enredó al líder en una maraña de la que no pudo salir en toda la tarde. Pese a la simpleza de su fútbol, el Rayo mereció una victoria que lo aleja de cualquier peligro e incluso vuelve a situarlo cerca de las posiciones europeas.El Deportivo ha disputado este año varios choques como el de ayer y de todos ha salido malparado. Y por lo visto en Vallecas, podría disputar un centenar de partidos de ese pelaje, que nunca sería capaz de invertir la tendencia. Como ante el Numancia y el Alavés, se encontró en un campo angosto y frente a un rival que encima al contrario sometiéndolo a un asedio atosigante, combinado con golpes esporádicos a base de un fútbol simple y directo. Y el Deportivo volvió a caer ante la aspereza del choque, incapaz de sobreponerse a las circunstancias adversas, acrecentadas en esta ocasión por un césped muy irregular.

RAYO VALLECANO 2DEPORTIVO 0

Rayo Vallecano: Lopetegui; Cota, Amaya, Hernández, Alcázar; Helder, Pablo Sanz, Poschner, Míchel I (Estíbariz m. 81); Luis Cembranos (Ferrón m. 66) y Bolo (Míchel II m. 86).Deportivo: Songo'o; Manuel Pablo, César, Naybet, Schürrer (Fran m. 83); Flavio, Mauro Silva; Víctor (Pauleta m. 60), Jokanovic (Djalminha m. 60), Turu Flores; y Makaay. Goles: 1-0. M. 22. Derribo de César a Luis Cembranos dentro del área. El penalti lo transforma Míchel con un magnífico disparo con la zurda, alto y por el centro. 2-0. M. 81. Falta que saca Poschner con un centro bombeado sobre el área, Manuel Pablo despeja de cabeza, forzado y hacia delante, y el rechace lo remata Ferrón. Árbitro: Prados García. Amonestó a César, Naybet, Pablo Sanz, Schürrer, Ferrón, Helder y Flavio. Unos 18.000 espectadores en Vallecas

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Ante el desfallecimiento del Barcelona, todo el mundo en el Deportivo ha cogido la calculadora y se ha puesto a echar cuentas. Es una reacción inevitable, pero también un camino peligroso, porque cuando un equipo sólo piensa en las matemáticas acaba volviéndose demasiado calculador, sin ese punto de atrevimiento y pasión que siempre necesita el fútbol. Ese riesgo se pudo apreciar perfectamente en Vallecas. Con todos los números de la jornada en la mano, el Deportivo se entregó a la especulación y al conservadurismo. Tuvo el balón la mayor parte del tiempo, pero de poco le sirvió esa supremacía sobre el juego. El Rayo lo empleó todo para cortar las líneas del líder. Si el acoso tenaz y asfixiante al adversario no era suficiente, los chicos de Juande Ramos recurrían sin contemplaciones a las faltas en el medio del campo, para lo que contaron -todo hay que decirlo- con cierta condescencia arbitral.

Frente a la impetuosa respuesta del Rayo, el Deportivo fue como un muelle oxidado, que crujía cada vez que se intentaba estirar. Irureta insistió de nuevo con una ocurrencia que ha prodigado esta temporada y que en A Coruña ya se conoce como trivote. La fórmula consiste en situar por delante de los dos medios centros o pivotes, Flavio y Mauro Silva, un tercer jugador de las mismas características, Jokanovic. A primera vista la propuesta resulta estrafalaria, aunque lo cierto es que los resultados obtenidos con ella durante esta temporada avalan la idea de Irureta. Pero los riesgos que entraña quedaron claramente al descubierto en Vallecas. Con tanto futbolista defensivo poblando el corazón del campo, el Deportivo se quedó sin opciones para dirigir el balón hacia el área contraria. Todo fue un anodino deambular de la pelota en torno al círculo central, una especie de tiovivo tan estéril como tedioso. El líder podría haber salido del embrollo si le funcionasen las bandas, pero hasta en eso falló estrepitosamente. En la derecha, porque Manuel Pablo y Víctor anduvieron perdidos, y en la izquierda, porque ninguno de los dos futbolistas que la ocupaban, el central Schürrer y el delantero Turu Flores, han nacido para jugar en el costado.

El trivote de marras ni siquiera fue eficaz en el choque cuerpo a cuerpo que proponía el Rayo. En medio del blindaje deportivista, el que reinó de verdad fue Poschner. A partir del despliegue del alemán, se construyó el sencillo juego del Rayo: balones largos a las bandas o al centro, que casi siempre metían en problemas al Deportivo. En uno de esos apuros, mediada la primera parte, César perdió la compostura ante Luis Cembranos y acabó derribándole en una jugada que tampoco entrañaba excesivo peligro. Míchel resolvió el penalti con eficacia y el Deportivo se quedó sedado, incapaz de reaccionar hasta el descanso.

El resultado obligó al Deportivo a tomar otra determinación. Desde el inicio de la segunda parte, pareció más incisivo, por fin fue capaz de triangular del mediocampo hacia delante y de ensayar alguna incursión por las bandas. Irureta reaccionó ante la evidencia y recurrió a Djalnminha y a Pauleta. Lo malo de estas soluciones de urgencia es que a los equipos les suele costar trabajo deshacerse sobre la marcha de los planes iniciales. Eso lo ocurrió al Deportivo. El Rayo resistió las embestidas sin demasiados apuros y hasta se libró del sufrimiento de los últimos minutos. Cuando el partido enfilaba su recta final, Ferrón cazó un rebote tras un saque de una falta y llevó a Vallecas la tranquilidad definitiva. Mientras, la incertidumbre volvía a cernirse sobre A Coruña.

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