Ferrero saca brillo a su debut en la Copa Davis

Mantener la perspectiva de la realidad no resulta fácil en ocasiones. Málaga vivió ayer un momento mágico para el equipo español de Copa Davis. Una de aquellas jornadas en las que la mente tiende a volar, más que a pisar con los pies en el suelo. Y los culpables fueron Àlex Corretja y Juan Carlos Ferrero. Ellos dos dejaron que sus raquetas hablaran en la pista y crearon una seria duda a todos los aficionados: ¿Son tan buenos los españoles o es que Rusia no era tan fiera como la pintaron?La cuestión es que después de la primera jornada de los cuartos de final que se disputan en el club Calderón...

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Mantener la perspectiva de la realidad no resulta fácil en ocasiones. Málaga vivió ayer un momento mágico para el equipo español de Copa Davis. Una de aquellas jornadas en las que la mente tiende a volar, más que a pisar con los pies en el suelo. Y los culpables fueron Àlex Corretja y Juan Carlos Ferrero. Ellos dos dejaron que sus raquetas hablaran en la pista y crearon una seria duda a todos los aficionados: ¿Son tan buenos los españoles o es que Rusia no era tan fiera como la pintaron?La cuestión es que después de la primera jornada de los cuartos de final que se disputan en el club Calderón de Málaga, España vence a Rusia por dos victorias a cero, y que eso resulta difícil de creer. Corretja superó a Marat Safin por 6-4, 6-3, 5-7, 6-1 en 2 horas y 55 minutos, y trilló el camino para que Juan Carlos Ferrero pudiera sacar brillo a su debut. Al de Onteniente no le pesaron sus 20 años ni la presión de la competición, ni tampoco el hecho de enfrentarse al tercer jugador del ránking mundial. Estuvo sublime, firme en sus convicciones, seguro de sus posibilidades. Y ganó. Derrotó a Yevgeny Kafelnikov por 6-2, 6-2, 6-2 en 1 hora y 39 minutos.

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Después de lo que se ha dicho sobre el potencial de los rusos, pensar que el enfrentamiento puede quedar hoy decidido en el partido de dobles puede parecer un engaño. Pero no lo es. En realidad, es la consecuencia de varias circunstancias que unidas están permitiendo que la generación de tenistas españoles actuales vuelva a crear ilusión. La cuestión es que la federación realizó una apuesta arriesgada con el G-4 (grupo de cuatro entrenadores que dirigen el equipo español de Copa Davis), y que el G-4 tomó también sus riesgos al alinear a Juan Carlos Ferrero, en detrimento de la mayor experiencia de Albert Costa. Y el invento está funcionando, simplemente porque no es un invento sino una serie de decisiones bastante meditadas.

Es probable que el desarrollo de la eliminatoria no habría sido el mismo si se hubiera producido dentro de un mes. Los dos equipos han tenido un tiempo similar de preparación, pero la adaptación de Kafelnikov a la tierra batida suele ser muy lenta. Y fue el último en llegar a Málaga, porque fue quien más lejos llegó en el torneo de Cayo Vizcaíno, que concluyó el pasado domingo en Miami.

La lógica de la competición permitía intuir que Corretja superara a Safin, porque está jugando mucho mejor que él y atraviesa un momento físico impresionante. Pero planteaba más dudas sobre el debut de Ferrero. El valenciano entró en la pista sabiendo que España ganaba ya 1-0, lo cual le daba una cierta tranquilidad, y se encontró con un Kafelnikov bastante alejado del que ganó en París en 1996, en Australia en 1999 y del que disputó este año de nuevo la final en Melbourne. No era el mismo. Pero había que ganarle. Y Ferrero lo hizo.

"Siempre estuve convencido de mis posibilidades", confesó. "Y me resultó más fácil de lo esperado". Ferrero jugó a un nivel altísimo, tomando riesgos con sus golpes, sorprendiendo a Kafelnikov con su calidad, sacando golpes impresionantes, pero sobre todo con una tranquilidad impropia de un jugador de 20 años que debuta en la Copa Davis. Su debut es, probablemente, el más brillante de la historia del tenis español. Otros, como el de Manolo Orantes o Emilio Sánchez, se produjeron a los 18 y a los 19 años con victoria, pero en ningún caso frente al tercer jugador mundial.

El momento fue mágico. No sólo por las exquisiteces de Corretja y Ferrero, sino también por la simbiosis que se produjo con los 5.500 aficionados que llenaban prácticamente las gradas. Algunas de las frases que pudieron escucharse fueron antológicas: "Eres más bueno que un Ferrero Rocher", "Arriba la tortilla [española], abajo la ensaladilla [rusa]". Un gran día para el tenis español. Pero la eliminatoria aún no está decidida. Hoy, Corretja y Joan Balcells saltarán a la pista (13.00, La 2) para intentar colocar el 3-0 y eliminar a los rusos que jugarán, probablemente, con Kafelnikov y Safin.

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