Martirio presenta versiones flamencas de canciones latinas en Sant Cugat

La evolución de Martirio parece no sólo lógica, sino coherente: de tonadillera rockera posmoderna, según su propia definición, en los ochenta se ha ido convirtiendo poco a poco en una cantante cada vez más seria capaz de afrontar aventuras de gran calado con total profesionalidad y mayor entrega. La última de esas aventuras se titula Flor de piel y reúne un puñado de canciones de procedencia latinoamericana en versiones más cercanas al flamenco de Morón de la Frontera. Esta noche (22.00 horas), Martirio presenta este nuevo trabajo discográfico en el Auditori-Centre Cultural de Sant Cugat.Flor ...

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La evolución de Martirio parece no sólo lógica, sino coherente: de tonadillera rockera posmoderna, según su propia definición, en los ochenta se ha ido convirtiendo poco a poco en una cantante cada vez más seria capaz de afrontar aventuras de gran calado con total profesionalidad y mayor entrega. La última de esas aventuras se titula Flor de piel y reúne un puñado de canciones de procedencia latinoamericana en versiones más cercanas al flamenco de Morón de la Frontera. Esta noche (22.00 horas), Martirio presenta este nuevo trabajo discográfico en el Auditori-Centre Cultural de Sant Cugat.Flor de piel significa el acercamiento de Martirio (Maribel Quiñones, Huelva, 1954) a diversos compositores argentinos, chilenos, brasileños y cubanos retomando ritmos clásicos como el bolero o el tango y pasándolos por su personal batidora, que tanto mira al flamenco como al jazz o a la copla. "La idea ha sido intentar unir dos culturas que tienen muchas consonancias", explica la cantante, eternamente oculta tras sus gafas de sol. "La copla y el tango, por ejemplo, tienen mucho que ver en cuanto a su estructura musical y a su lírica poética, sus letras desgarradas. Gracias a ese desgarro es fácil llevarlas al terreno del flamenco".

El anterior trabajo discográfico de Martirio presentaba un acercamiento jazzístico a la copla. "Tras ese disco, una época en la que estaba totalmente engolfada con el jazz, tuve la oportunidad de hacer un gira con Compay Segundo, Marta Valdés y Omara Portuondo. Con ellos comprendí la esencia del filin y pude darme cuenta de que cuando el jazz entraba en el bolero sucedía algo grande. El paso siguiente fue seleccionar unas 400 canciones que no estuvieran muy versionadas, escoger entre ellas las que más tenían que ver conmigo, despojarlas hasta la esencia y plantear interpretaciones sin mucho arreglo, de esas que se pueden cantar al oído, de alma a alma". En este trabajo le ha ayudado su hijo, el guitarrista Raúl Rodríguez, que también la acompaña en sus conciertos y es el máximo responsable de haber flamenquizado todo este material latinoamericano. "La esencia del trabajo ha sido, primero, respeto y admiración, y después, llevar cada canción a nuestro campo". A Martirio, acostumbrada a lidiar con los puristas desde hace más de 15 años, tampoco la asustan ahora: "Canto más pura que nunca gracias a la desnudez del alma porque son canciones de amor, que como no las cantes puras no llegas a cantarlas".

Esta noche, Martirio presentará todas estas canciones nuevas -"y alguna copla de mi anterior disco"- en Sant Cugat acompañada por un quinteto estrictamente flamenco y con una fuerte presencia de baile. "Es flamenco de cámara, pero habrá mucho baile porque es importante y para que se vea que se puede bailar un tango argentino por soleares".

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