Sin Hierro, lo que falla es el ataque

Que el Madrid acostumbra a romperse por el centro de la defensa hace tiempo que dejó de ser noticia. Las cada vez más habituales ausencias de Hierro, bien por lesión o por sanción, suponían un lastre para el equipo en el aspecto defensivo. Pero los últimos datos desmienten tal afirmación. Aún es más: lo que aseguran es que donde el Madrid paga la ausencia de Hierro es en el ataque.Once partidos de Liga se ha perdido el malagueño y en ellos sus compañeros no fueron capaces de marcar más que 11 goles (a una media de uno por partido). Por contra, en los 19 en los que ha jugado Hierro la cifra de ...

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Que el Madrid acostumbra a romperse por el centro de la defensa hace tiempo que dejó de ser noticia. Las cada vez más habituales ausencias de Hierro, bien por lesión o por sanción, suponían un lastre para el equipo en el aspecto defensivo. Pero los últimos datos desmienten tal afirmación. Aún es más: lo que aseguran es que donde el Madrid paga la ausencia de Hierro es en el ataque.Once partidos de Liga se ha perdido el malagueño y en ellos sus compañeros no fueron capaces de marcar más que 11 goles (a una media de uno por partido). Por contra, en los 19 en los que ha jugado Hierro la cifra de goles se ha elevado hasta los 38 (a dos por encuentro), el doble exactamente. Menos sencillo que esa operación aritmética es hallar la causa. Podría ocurrir que el equipo, sin Hierro, no encontrara más salida para el balón que la que le pueden otorgar los que suelen situarse en el mediocentro, Redondo y Helguera o, en su defecto, lo que pueda conseguir Roberto Carlos con sus zapatazos. Con Hierro el Madrid encuentra otra vía de escape: el balón largo, generalmente bien dirigido, que puede acabar en pies, por ejemplo, de Raúl. Eso ocurrió ante el Rosenborg y así se produjo el único gol del equipo, el que le salvó en Europa.

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Curiosamente, menos problemas tiene el Madrid, cuando no juega su capitán, en lo que a defender se refiere. Durante sus primeros partidos, Del Bosque intentó solucionar los problemas en el eje defensivo con Ka-rembeu. Tardó más de lo esperado en desistir. Luego eligió a Karanka como acompañante de Hierro y optó por Iván Campo cuando el capitán no estaba disponible. Y los resultados demuestran que Iván Campo y Karanka, juntos en el once inicial, garantizan el empate. Ése fue el resultado final en cinco de las seis ocasiones en que ambos coincidieron de salida. En el otro, ante el Molde en la primera fase de la Liga de Campeones, ganó el Madrid, que en esos seis partidos sólo encajó cuatro goles.