Cumbre europea.com
Escuchando las declaraciones de los líderes europeos reunidos en Lisboa en la cumbre de la UE, uno imagina a un equipo que llega al campo a jugar al fútbol con un balón de rugby entre sus manos. Los jefes de Estado y de Gobierno allí reunidos tienen la intención de discutir sobre la forma en que sus gobiernos pueden ayudar a Europa a alcanzar a Estados Unidos en comercio electrónico, Internet, etc. Pero esto está fuera de lugar: muchachos, si realmente queréis ayudar no forméis un comité, es suficiente con que os quitéis de en medio.Es fácil adivinar por qué Europa ha elegido este momento para...
Escuchando las declaraciones de los líderes europeos reunidos en Lisboa en la cumbre de la UE, uno imagina a un equipo que llega al campo a jugar al fútbol con un balón de rugby entre sus manos. Los jefes de Estado y de Gobierno allí reunidos tienen la intención de discutir sobre la forma en que sus gobiernos pueden ayudar a Europa a alcanzar a Estados Unidos en comercio electrónico, Internet, etc. Pero esto está fuera de lugar: muchachos, si realmente queréis ayudar no forméis un comité, es suficiente con que os quitéis de en medio.Es fácil adivinar por qué Europa ha elegido este momento para mantener lo que en los pasillos de la cumbre se conoce como la "cumbre del empleo, las reformas económicas y la cohesión social", y fuera de ella, como la "cumbre.com". Europa ha quedado rezagada tecnológicamente respecto a Estados Unidos, pero sus líderes aún mantienen la esperanza de poder alcanzarle y reducir el doble dígito de desempleo si pueden subirse al carro del ciberespacio.
(...) La tentación de los gobierno europeos de adular a los bancos para que apoyen a las compañías de la Nueva Economía sería dura de resistir, dado que así es como algunos de los Estados han conducido su "política industrial" desde hace décadas. Sin embargo, estas actividades pueden ser contraproducentes. Ganadores y perdedores son clasificados sólo en el tumultuoso mercado.
Los gobiernos podrían prestar un mejor servicio si crean un acogedor ambiente y después dan un paso atrás.
Nueva York, 24 de marzo.