Cartas al director

Indigentes

El pasado 7 de marzo leíamos en su periódico la noticia de que cinco indigentes habían muerto en un incendio. Por el suyo y otros medios pudimos saber también que dos de ellos estaban en tratamiento con metadona. Al principio pensé, como otras veces, que tanto el término indigentes como la alusión al tratamiento médico que seguían eran innecesarios y que quizá el hecho de hacerlo público atentaba contra su dignidad e intimidad, que habría bastado con decir cinco personas, sin más, pero enseguida hallé justificación en el interés general y el carácter de denuncia social que esos datos tienen.As...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El pasado 7 de marzo leíamos en su periódico la noticia de que cinco indigentes habían muerto en un incendio. Por el suyo y otros medios pudimos saber también que dos de ellos estaban en tratamiento con metadona. Al principio pensé, como otras veces, que tanto el término indigentes como la alusión al tratamiento médico que seguían eran innecesarios y que quizá el hecho de hacerlo público atentaba contra su dignidad e intimidad, que habría bastado con decir cinco personas, sin más, pero enseguida hallé justificación en el interés general y el carácter de denuncia social que esos datos tienen.Así que, lo que quiero pedirle con esta carta es que, cuando algún rico se queme en su chalé de la sierra o en su palacete de la costa, se mencione también su condición de prócer y se diga por ejemplo: Mueren cinco ricos calcinados... Si además se sabe que seguían algún tratamiento médico para superar, pongamos, una tremenda adicción al alcohol, a la pederastia o, tal vez, al dinero (cada clase social tiene sus propias adicciones), debería mencionarse de la misma manera. Sin duda, los lectores merecemos conocer esos datos que pueden servir para no aceptar sin reservas esa visión impuesta de nuestra sociedad dividida en pobres y no pobres, que no es ni justa ni acertada.

Si ser indigente avergüenza, ser rico en medio de tanta miseria es una vergüenza y los medios de comunicación, comprometidos o no con la justicia social, no deberían ocultar esta condición como no han ocultado aquélla.- .

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Archivado En