Actor clave

Afortunadamente, Jordi Boja (EL PAÍS, 10 de marzo, Chile, de nuevo lo viejo) se equivoca. Es que se olvida de un actor clave. Desde que la Administración de Reagan sentó la doctrina de que el Gobierno de Estados Unidos sólo apoyaría a Gobiernos latinoamericanos salidos de las urnas, en la región no ha prosperado ni un solo golpe militar. Se trata de una novedad importantísima, ya que, desde el siglo XIX, los cuartelazos contra Gobiernos democráticos latinoamericanos habían sido sistemáticamente secundados, cuando no orquestados, por EE UU. El golpe de Pinochet no fue una excepción, como revela...

Afortunadamente, Jordi Boja (EL PAÍS, 10 de marzo, Chile, de nuevo lo viejo) se equivoca. Es que se olvida de un actor clave. Desde que la Administración de Reagan sentó la doctrina de que el Gobierno de Estados Unidos sólo apoyaría a Gobiernos latinoamericanos salidos de las urnas, en la región no ha prosperado ni un solo golpe militar. Se trata de una novedad importantísima, ya que, desde el siglo XIX, los cuartelazos contra Gobiernos democráticos latinoamericanos habían sido sistemáticamente secundados, cuando no orquestados, por EE UU. El golpe de Pinochet no fue una excepción, como revela la reciente desclasificación de algunos documentos de la CIA. "El Chile de Pinochet" no ha vuelto. Tal vez el Ejército y la nutrida minoría fascista de Chile sean los mismos que en 1973. Pero la nueva geopolítica juega a favor de los Gobiernos democráticos, no de los militares. Sin el apoyo de la Embajada norteamericana, los golpes latinoamericanos no van muy lejos. Los militares chilenos lo saben perfectamente. Es por eso que están dispuestos a "tolerar" a un presidente socialista. Ya pueden tocar todas las marchas nazis que les dé la gana y hasta hacer el paso de la oca.-