Dos manos amputadas

Uno de los más dramáticos accidentes de este tipo lo sufrió Andrés Pérez Rubio, campeón de España de 500cc en 1982 y 1985. Cuando circulaba con su YamahaOV por la carretera de Burgos hacia el circuito del Jarama, el 12 de diciembre de 1993, chocó contra un quitamiedos seccionándoselos dos antebrazos. Pérez Rubio iba con un grupo de amigos a ver una carrera al Jarama. Pararon a desayunar en San Sebastián de los Reyes. Tras repostar combustible, emprendió camino.Aunque se dijo que iba a más de 200 kilómetros por hora, la Guardia Civil, los testigos y él señalaron que no sobrepasó los 90 kilómet...

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Uno de los más dramáticos accidentes de este tipo lo sufrió Andrés Pérez Rubio, campeón de España de 500cc en 1982 y 1985. Cuando circulaba con su YamahaOV por la carretera de Burgos hacia el circuito del Jarama, el 12 de diciembre de 1993, chocó contra un quitamiedos seccionándoselos dos antebrazos. Pérez Rubio iba con un grupo de amigos a ver una carrera al Jarama. Pararon a desayunar en San Sebastián de los Reyes. Tras repostar combustible, emprendió camino.Aunque se dijo que iba a más de 200 kilómetros por hora, la Guardia Civil, los testigos y él señalaron que no sobrepasó los 90 kilómetros.

Su serenidad le permitió que sus propias manos le fueran reimplantadas en la clínica Asepeyo, de Coslada. Tras el accidente, el herido estuvo consciente y pidió que buscasen sus manos y las introdujesen en una bolsa de hielo. Indicó la manera correcta de hacer los torniquetes. "La rueda delantera se desinfló en menos de cinco minutos. La deceleración fue bestial. Salí despedido y que me corté las manos con los guardacarriles", señaló Pérez Rubio.

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