Tribuna:Elecciones 2000

Metáforas como locas

Desde que Josep Piqué se busca la vida en Cataluña, negando su participación en Ercros, negando a sus amigos y negando incluso las leyes de la física, en mi ciudad de Barcelona se ha producido un fenómeno curioso. Y es que, contradiciendo la lógica, cada vez tenemos más sequía y cada vez está más húmedo el ambiente. He cavilado durante muchas horas sobre el fenómeno, hasta comprender que no es humedad climatológica, sino la sudorina del ministro portavoz de su propia industria, del ministro de la Culpa, lo que atenaza el ambiente, cual si le infligiera "algunas confusas heridas".Me perdone...

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Desde que Josep Piqué se busca la vida en Cataluña, negando su participación en Ercros, negando a sus amigos y negando incluso las leyes de la física, en mi ciudad de Barcelona se ha producido un fenómeno curioso. Y es que, contradiciendo la lógica, cada vez tenemos más sequía y cada vez está más húmedo el ambiente. He cavilado durante muchas horas sobre el fenómeno, hasta comprender que no es humedad climatológica, sino la sudorina del ministro portavoz de su propia industria, del ministro de la Culpa, lo que atenaza el ambiente, cual si le infligiera "algunas confusas heridas".Me perdonen, pero la frase entrecomillada no es mía, sino del V. C. (Vate Cutre) magistral del PP, profesor Luis María Anson de Chotashire. Y no va a ser la última que citaré, pues ¿acaso no se ha adueñado el Partido Popular, por belfo de sus diferentes líderes, de los poetas considerados hasta hace poco patrimonio de la humanidad progresista? Si hasta uno de sus cabestros se ha atrevido a afirmar que García Lorca, de haber vivido (es decir, si no lo hubieran asesinado por rojo y maricón, los ascendientes políticos del cabestro, en guerra civil cuyo desencadenante o alzamiento franquista el propio PP no se atrevió a condenar), hoy les habría votado a ellos.

Tengo una amiga que posee un bar que mantiene siempre en penumbra, porque se gradúa las luces para que la favorezcan. Así es como Jose y los 40 mangones se gradúan a nuestros poetas. En revancha, yo cito al más grande V. C. (insisto: Vate Cutre) de la derecha viviente cuanto y cuando me sale de las napias. Y digo que Piqué, el tú eres Pedro y menuda jeta de piedra que tienes sobre la cual edificarán su iglesia en la Catalogne, paréceme que posee, más que doña Ana de Botella, "las manos incesantes y algunas confusas heridas". Las manos de redactar declaraciones de Hacienda truchas, las heridas, confusas de tanto cambiarse la camisa y dejarse la piel hecha un costillar al estragón.

La Oda a la Botella se publicó en el diario La Razón, que es uno de esos asuntos que harían exclamar a mi madre, si viviera, su vieja advertencia: "¡Cuidado, nena! ¡Los hay más fuera que dentro!". Y vive el cielo que ha sido, tan poema en prosa, como un renacimiento de la morralla retórica, como un apelotonamiento de la metáfora. Había tanta metáfora en el artículo que pugnaba por salir e, inevitablemente, se ha venido a vivir a mi casa.

Ya he dicho que a Piqué le cuadra lo de las "manos incesantes". Ahora bien, ¿tiene el candidato popular por Cataluña "fuego fatigado en la boca"? El fuego fatigado, por antonomasia, me parece una suerte de obscenidad. Porque, vamos a ver, ¿a quién no se le fatiga el fuego según donde meta la boca, especialmente en fines de semana?

Tengo que concluir, y lo hago con dolo, con dalai e incluso con lama, que ni siquiera el Partido Popular debe cargar con un Vate tan Cutre como Anson de Chotashire. Claro está que cada cual tiene los poetas que se merece, por mucho que nombre a los poetas de los demás en vano.

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