Dos ciclos

El eco de la última comparecencia de Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, resonaba con fuerza ayer en los mercados de valores, con especial incidencia en Nueva York. La posibilidad de que los tipos de interés suban en Estados Unidos para cerrar el grifo del crédito que alimenta la especulación en la Bolsa afectó con fuerza al índice Dow Jones, que en algunos momentos de la sesión caía por debajo del nivel de los 10.000 puntos. Al cierre, el recorte fue de 133,41 puntos, un 1,3%, para quedar a 10.092,3. El índice Nasdaq de valores tecnológicos registró un nuevo má...

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El eco de la última comparecencia de Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, resonaba con fuerza ayer en los mercados de valores, con especial incidencia en Nueva York. La posibilidad de que los tipos de interés suban en Estados Unidos para cerrar el grifo del crédito que alimenta la especulación en la Bolsa afectó con fuerza al índice Dow Jones, que en algunos momentos de la sesión caía por debajo del nivel de los 10.000 puntos. Al cierre, el recorte fue de 133,41 puntos, un 1,3%, para quedar a 10.092,3. El índice Nasdaq de valores tecnológicos registró un nuevo máximo histórico, tras subir un 1,48%.Los mercados europeos no se dejaron influir demasiado por el descenso en el Dow Jones y consiguieron nuevos avances, aunque redujeron sensiblemente sus posibilidades cuando la Bolsa estadounidense puso a prueba el soporte de los 10.000 puntos. Para los analistas, esta situación encuentra cierta lógica en la diferente percepción del ciclo económico en Europa y en Estados Unidos.

Todo parece indicar que en Estados Unidos se avecina el final del actual ciclo, al menos en cuanto a sus componentes tradicionales, mientras que en Europa se avanza hacia su consolidación. El problema para los inversores está en evaluar la duración de cada una de estas dos fases, para colocar el dinero adecuadamente y sacar provecho de ambas.

La contratación en el mercado continuo fue de 334.974 millones de pesetas, 2.013,25 millones de euros, de los que una cuarta parte se acumulaba en Telefónica, lo cual sirvió para redondear su precio en un día con marcado carácter estratégico.

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