Los acreedores de Transáfrica aceptan una quita del 60% de la deuda

La junta de acreedores de Transáfrica ha aprobado, con el único voto en contra de Banesto, el convenio propuesto por la empresa, lo que supone una quita del 60% de la deuda. El pasivo declarado inicialmente era superior a 4.000 millones de pesetas. Este acuerdo abre las puertas al levantamiento de la suspensión de pagos del grupo, que fue presentada en febrero de 1998. Asimismo, las empresas filiales del grupo Transáfrica, Pescafina y Pez Austral han sacado adelante sus propuestas ante los acreedores.El Grupo Transáfrica suspendió pagos como consecuencia de la crisis provocada por su participa...

La junta de acreedores de Transáfrica ha aprobado, con el único voto en contra de Banesto, el convenio propuesto por la empresa, lo que supone una quita del 60% de la deuda. El pasivo declarado inicialmente era superior a 4.000 millones de pesetas. Este acuerdo abre las puertas al levantamiento de la suspensión de pagos del grupo, que fue presentada en febrero de 1998. Asimismo, las empresas filiales del grupo Transáfrica, Pescafina y Pez Austral han sacado adelante sus propuestas ante los acreedores.El Grupo Transáfrica suspendió pagos como consecuencia de la crisis provocada por su participada Banco Socimer, que, a su vez, se llevó por delante a la agencia de valores aragonesa AVA en la que 4.000 pequeños inversores perdieron unos 12.000 millones de pesetas.

Transáfrica, controlada por la familia Salama y el grupo suizo André & Cie, comenzó su actividad como entidad comercializadora de materias primas y se convirtió en un holding multisectorial en la década de los ochenta con una diversificación geográfica que fue el origen de sus problemas.

Según el dictamen de los interventores judiciales de marzo de 1998, los principales acreedores de Transáfrica eran Commerzbank, con una deuda de 754 millones de pesetas; Emex, con 695 millones; Banco Central Hispano, con 635 millones; Banesto, con 610 millones; Transcatalana de Comercio, con 570; Banco Sabadell, con 488; Ibercaja, con 235; Argentaria, con 100 y Pez Austral, con 158 millones.

Posteriormente, estas deudas fueron reconocidas a la baja por todos los acreedores para facilitar una salida negociada a la crisis del grupo.