¿Quién da más?

JUANJO GARCÍA DEL MORAL ¿Quién da más? Las promesas, las ofertas, los compromisos, y las propuestas de la más diversa especie con las que la clase política viene regalando últimamente a la ciudadanía se multiplican en los últimos días de precampaña electoral y amenazan con convertir los 20 días que quedan para la cita con las urnas del 12-M en un tormento de declaraciones de buenas, malas o peores intenciones, según el color del cristal con el que se mire. En una desenfrenada carrera en la que parece que vale casi todo, unos y otros intentan convencer a la parroquia para que les vote. Recurren...

JUANJO GARCÍA DEL MORAL ¿Quién da más? Las promesas, las ofertas, los compromisos, y las propuestas de la más diversa especie con las que la clase política viene regalando últimamente a la ciudadanía se multiplican en los últimos días de precampaña electoral y amenazan con convertir los 20 días que quedan para la cita con las urnas del 12-M en un tormento de declaraciones de buenas, malas o peores intenciones, según el color del cristal con el que se mire. En una desenfrenada carrera en la que parece que vale casi todo, unos y otros intentan convencer a la parroquia para que les vote. Recurren para ello a los más variados argumentos y echan mano, incluso, de algún que otro insulto. Con su habitual mordacidad, los guiñoles de Ca-nal+ escenificaban a la perfección hace unos días esta carrera electoral al presentar el asunto como una subasta al revés. Así, si Aznar prometía un tren de alta velocidad, Almunia contraatacaba con dos; si el líder socialista se descolgaba con dos millones de puestos de trabajo, el popular respondía "dos millones y dos más, y vacaciones de 40 días para todos". Y es que la picaresca forma parte de la campaña. Así, sucede que una promesa hecha hace unos días por unos, la presentan como suya los otros apenas unos días después, como pasó con la formulada hace dos meses por los socialistas en torno a la sanidad, que los populares descalificaron porque suponía recurrir a la promesa del "gratis total" y que la pasada semana no dudaron en hacer suya. "Se ha copiado, se ha copiado", decía el Almunia del guiñol. Los demás actores prometen menos y se limitan a repetir machaconamente su mensaje, como Groucho Marx en el abarrotado camarote: "Y dos huevos duros". Mientras tanto, y a pesar de que los obispos no se presentan en estas elecciones, la Conferencia Episcopal entra en escena para decir que ningún partido "se adecua al Evangelio" y propone a su grey que, "en caso de perplejidad", opte por "el mal menor", esto es, por lo más parecido a esa derecha de toda la vida que parece añorar. Flaco favor le hacen los obispos al PP. Y así seguiremos hasta que el día 11 el croupier diga eso de rien ne va plus.