¡Olé por el quiosquero!

Llego a Sevilla a media mañana y con la cartera vacía. Voy al cajero: 10.000 pesetas en billetes de 2.000. Compro EL PAÍS en el quiosco de la plaza Duque de la Victoria y pago con un billete. Entro en un bar, tomo un café, hojeo el periódico, pago y... si he comprado EL PAÍS con un billete de 2.000, ¿dónde está el de 1.000 de la vuelta? ¿Lo reclamo o no lo reclamo? Vamos a tentar a la suerte.De primeras, malo: ha habido relevo en el quiosco. Pienso: no hay nada que hacer, pero ya que estoy aquí... le explico al nuevo el asunto sin la menor esperanza. El quiosquero sin vacilar me da 1.000 peset...

Llego a Sevilla a media mañana y con la cartera vacía. Voy al cajero: 10.000 pesetas en billetes de 2.000. Compro EL PAÍS en el quiosco de la plaza Duque de la Victoria y pago con un billete. Entro en un bar, tomo un café, hojeo el periódico, pago y... si he comprado EL PAÍS con un billete de 2.000, ¿dónde está el de 1.000 de la vuelta? ¿Lo reclamo o no lo reclamo? Vamos a tentar a la suerte.De primeras, malo: ha habido relevo en el quiosco. Pienso: no hay nada que hacer, pero ya que estoy aquí... le explico al nuevo el asunto sin la menor esperanza. El quiosquero sin vacilar me da 1.000 pesetas. Argumenta: "Si usted que ha estado presente dice que es así ¿por qué yo, que acabo de llegar, voy a decir lo contrario?". Olé por el quiosquero.- . .