AL CAMPO CON EL MAGNETÓFONO
Pedro Vaquero, director del sello discográfico Sonifolk y uno de los más ilustres folcloristas del país, dedicó más de 20 años a recoger canciones y coplillas casi olvidadas, grabadora en mano, por pueblos y aldeas de toda condición. La muerte le sorprendió en 1997, pero su colosal tarea en defensa de la tradición musical peninsular le ha sobrevivido. Su viuda, Mercedes Santamaría, ha reunido ahora en el disco Cantes del pueblo un total de 19 piezas variopintas, encontradas en puntos tan diversos como Candeleda (Ávila), Santa Cruz de la Zarza (Toledo), Almendralejo (Badajoz), Vilafranca (Barce...
Pedro Vaquero, director del sello discográfico Sonifolk y uno de los más ilustres folcloristas del país, dedicó más de 20 años a recoger canciones y coplillas casi olvidadas, grabadora en mano, por pueblos y aldeas de toda condición. La muerte le sorprendió en 1997, pero su colosal tarea en defensa de la tradición musical peninsular le ha sobrevivido. Su viuda, Mercedes Santamaría, ha reunido ahora en el disco Cantes del pueblo un total de 19 piezas variopintas, encontradas en puntos tan diversos como Candeleda (Ávila), Santa Cruz de la Zarza (Toledo), Almendralejo (Badajoz), Vilafranca (Barcelona) o Rianxo (A Coruña). Los intérpretes de estas melodías ancestrales van desde el dulzainero Facundo Blanco al rabelista Tomás Macho o doña Socorro Ramírez, que grabó su toná (Despacito, más despacito) con 83 años.- ,