Dos copilotos de un helicóptero policial de la lucha antiterrorista detienen a un supuesto francotirador

Dos agentes que viajaban de copilotos en el helicóptero del Cuerpo Nacional de Policía empleado en tareas de rastreo en la lucha antiterrorista se lanzaron el pasado jueves al suelo para detener a un supuesto francotirador David F. S., de 20 años, que huía por una zona abrupta de la carretera de Fuencarral a El Pardo, según la Jefatura Superior de Policía de Madrid. La intervención policial arrancó cuando la policía recibió la llamada de un hombre que denunciaba que alguien disparaba contra su casa. Varios coches patrulla se acercaron a la vivienda. Al ver a los patrullas, el sospechoso huyó p...

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Dos agentes que viajaban de copilotos en el helicóptero del Cuerpo Nacional de Policía empleado en tareas de rastreo en la lucha antiterrorista se lanzaron el pasado jueves al suelo para detener a un supuesto francotirador David F. S., de 20 años, que huía por una zona abrupta de la carretera de Fuencarral a El Pardo, según la Jefatura Superior de Policía de Madrid. La intervención policial arrancó cuando la policía recibió la llamada de un hombre que denunciaba que alguien disparaba contra su casa. Varios coches patrulla se acercaron a la vivienda. Al ver a los patrullas, el sospechoso huyó por una zona abrupta del campo hacia una arboleda, según la policía. En ese momento sobrevolaba la zona el helicóptero, conocido con el indicativo Cóndor, destinado a labores de apoyo aéreo en casos de delincuencia común y vigilancia antiterrorista.

El jefe del equipo, Jesús Fernández, que calificó la intervención como "un hecho más", explicó a Efe que recibieron el aviso de localizar a un supuesto francotirador en una zona a la que no podían acceder los vehículos policiales.

Ángel Bermejo, otro de los policías que formaban el equipo, explicó que el francotirador corría armado con un rifle del calibre 22. Mientras Jesús Fernández permanecía a los mandos del aparato, ya a ras del suelo, Ángel y su compañero Emiliano bajaron del helicóptero y, con todas las precauciones, "con una mano en la pistola", se aproximaron al francotirador. Éste, algo asustado, explicó que estaba cazando. Los policías detuvieron al individuo y lo entregaron a sus compañeros de los coches patrulla.

Ésta ha sido la primera vez que Ángel, con 16 meses de servicio en helicópteros, ha tenido que descender del aparato para detener a un hombre armado. "Es un suceso poco habitual, que no se da más de ocho o 10 veces al año, ya que, por lo general, la labor del helicóptero se limita a localizar la posición de la persona buscada e indicarla a los agentes que se desplazan por tierra", declaró Jesús Fernández, que lleva en la unidad 14 años. "La utilidad del helicóptero en estos casos es tremenda, ya que posee un gran poder de intimidación por el tamaño del aparato, por el ruido de las aspas y por el fuerte viento que levanta cuando está muy cerca de posarse en tierra. Esto produce una fuerte impresión psicológica en la persona que se siente vigilada, ya que vaya donde vaya no tiene ningún tipo de escapatoria", agregó Fernández.

El Servicio Central de Helicópteros de la Policía (que cuenta con 35 pilotos y 16 aparatos distribuidos por toda España) se emplea también en labores humanitarias y de rescate en caso de catástrofes, según la Dirección General de la Policía.

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