BALONCESTO Copa del Rey

Los Reyes acaban con el sueño del Tau

Tanto esperarlo para esto. El prometido choque que iba a acabar con todos los choques, el Tau duro y agresivo contra Estudiantes duro e inteligente, se quedó en un escaso par de minutos de dialéctica y en una amplia minutada de oratoria. O monólogo estudiantil con un chavalín, Felipe Reyes, llevando la voz principal. La Copa, fiel a su religión venerada, volvió a apear de entrada al anfitrión, volvió a castigar al defensor del título, volvió a despreciar a quien nada arriesga; la Copa volvió a dar el sí al equipo que sale a ganar, al conjunto variado, al equipo que se atreve. Estudiantes, a se...

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Tanto esperarlo para esto. El prometido choque que iba a acabar con todos los choques, el Tau duro y agresivo contra Estudiantes duro e inteligente, se quedó en un escaso par de minutos de dialéctica y en una amplia minutada de oratoria. O monólogo estudiantil con un chavalín, Felipe Reyes, llevando la voz principal. La Copa, fiel a su religión venerada, volvió a apear de entrada al anfitrión, volvió a castigar al defensor del título, volvió a despreciar a quien nada arriesga; la Copa volvió a dar el sí al equipo que sale a ganar, al conjunto variado, al equipo que se atreve. Estudiantes, a semifinales. El Tau, por lo menos, se ahorrará el oprobio que les espera a los eliminados, salida madrugadora, anónima y silenciosa la mañana siguiente en autocar rumbo a su ciudad. Se podrán quedar en la cama los jugadores, que están en su casa. Algo es algo. Y la Copa siempre triunfando. El viernes dio alas a uno de 19 años, Gasol; ayer, a otro, también de 19 años, también de la selección júnior: Felipe Reyes, el hermano pequeño de Alfonso.El choque existió, sí, pero sólo de entrada y más en la disposición sobre la pista que en la actitud de los jugadores. Se veía la musculatura hipertrofiada rozar con los bíceps, tríceps y demás de Fabrizio Oberto y su mirada dura y concentrada y se podía soñar: choque de trenes, chispas, dureza de pedernal. Vana ilusión. Se veía a Aísa, el listo, pelear por el espacio vital con el frío Espil, y lo mismo, sueños perdidos. Y peor todavía, el tremendo Vandiver, kilos y kilos, contra Mills. Relaciones unidireccionales. Dicho de otra forma: baño y desastre local. Que tocaba luchar por el rebote, en una y otra canasta, pues nada, uno de los de rojo (el color del equipo de Madrid) se haría con él: una, dos, tres veces: ensayo-error-ensayo-error-ensayo-acierto: así cualquiera. ¿Quién no va a encestar así? ¿Quién puede concentrarse en defender pese a las exigencias, voz en grito, de la ilusionada afición?

TAU 65-ESTUDIANTES 79

Tau: Bennet (14), Espil (14), Esteller (12), Mills (12), Oberto (0), Foirest (5), Garbajosa (4), Morales (0), Nocioni (4) y Javi Rodríguez (0).Estudiantes: Azofra (9), Jiménez (9), Aísa (12), Alfonso Reyes (15), Vandiver (2), Thompson (12), Gonzalo Martínez (3) y Felipe Reyes (17). Árbitros: Amorós, Martín Bertrán y Hierrezuelo. 9.142 espectadores en el Araba Arena. Cuarto encuentro de cuartos de final. Estudiantes se enfrentará hoy en la segunda semifinal (21.30, Canal +) al Caja San Fernando.

El Baskonia no fue nada. En ataque, un poco Esteller, que intentó mantener los papeles en los momentos difíciles, y nada más. Ni juego interior (triste Oberto: cero puntos, cinco rebotes), ni penetraciones regulares (a Bennet sólo le subieron los números los tiros libres), ni tiro lejano (salvando a Esteller). Ni rebotes, ni defensa, ni cuando individual, ni cuando, penosamente, zonal.

Y enfrente, Estudiantes, un equipo con jugadores que son un lujo: Azofra: cabeza para saber lo que hay qué hacer en cada momento, cabeza para saber perderla y dejarse guiar por la sangre. Y los Reyes. El frío Alfonso, profesional y matemático. El alegre Felipe, el que no teme a nadie. Más estilizado, menos armario que su hermano. Banderín de enganche para una afición que no ceja.

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