Maradona: "No quiero irme de este mundo"

Con una voz ronca, maquillado, somnoliento aún cuando Guillermo Cóppola había ordenado que le suspendieran la medicación para que estuviera lúcido durante la entrevista que vendió a la cadena Fox Sports, la imagen de la televisión mostró el viernes por la noche a un Maradona triste y patético en su esfuerzo por demostrar que aún es dueño de su vida. Diego parece no comprender qué pasa a su alrededor: "Cuando el médico me dijo que estuve casi muerto no lo podía creer, yo no me quiero ir de este mundo". Ni alcanza a entender las advertencias. Tiene la ilusión de volver a la playa. "Todavía no em...

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Con una voz ronca, maquillado, somnoliento aún cuando Guillermo Cóppola había ordenado que le suspendieran la medicación para que estuviera lúcido durante la entrevista que vendió a la cadena Fox Sports, la imagen de la televisión mostró el viernes por la noche a un Maradona triste y patético en su esfuerzo por demostrar que aún es dueño de su vida. Diego parece no comprender qué pasa a su alrededor: "Cuando el médico me dijo que estuve casi muerto no lo podía creer, yo no me quiero ir de este mundo". Ni alcanza a entender las advertencias. Tiene la ilusión de volver a la playa. "Todavía no empecé mis vacaciones con mis hijas, quiero empezarlas así sea con un 40%, 50% o 100% del corazón". Admite que se asustó, pero no se siente intimidado por el colapso cardíaco. "Yo siempre tuve miedo, vivo con miedo pero lo tolero. No me di cuenta de lo que estaba pasando hasta que me dijeron que estuve muerto. Yo no me acuerdo de nada". En un momento le habló a su corazón. Bajó la cabeza y le pidió que no escuchara lo que iba a decir: "No se le puede pedir más nada a mi corazón -no escucheis ésto chavales- habrá que cuidarlo y hacer cosas que dicen que tengo que hacer". Y vuelve a jurar: "Lo juro, hice algo y haré por salir de ésto, que es una mierda, pero que, bueno, está ahí y me enganchó". Más adelante agregó: "Ojalá pudiera decir que ésta fue la última y nunca más. Quisiera asegurarlo pero no puedo. Si puedo cuidarme un poco más, ya lo juré por mis hijas".Cuando le dicen que todos hablan de su entorno, Maradona vuelve a defender a Cóppola y a quienes le rodean: "Que se callen, por favor, hablan del entorno para que uno parezca menos. Yo tengo que agradecer a mi entorno, que es Guillermo (Cóppola). Gracias a él estoy vivo. Guillermo va a seguir siendo el capitán del barco por mucho tiempo más". A su modo, Diego pide ayuda. Cuando le preguntaron, ¿qué querés para vos?, contestó: "Que me llame Boca", y sonrió. "Lo ideal sería eso. Tengo ganas de distraerme en un ambiente lindo como es el club. Me gusta estar ahí. También me hubiera gustado ser el entrenador de la selección sub-23, pero no me lo ofreció nadie".

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Abrazado a Claudia, su esposa, y junto a Cóppola, Maradona dijo: "Vamos a morir juntos, nadie va a sacarla a ella de mi corazón y de mi lado tampoco". Después fue Claudia la que recordó: "Me dio miedo la sala de terapia intensiva, pero me permitieron estar con él porque pedía por mí a cada rato". A su vez, Cóppola también agradeció el reconocimiento de Diego: "Si él dice que voy a seguir a su lado, la palabra de él es la que vale. Yo digo que él es el dueño de las mejores gambetas (regates) y le pido al Señor que lo haga hacer una gambeta más".

Por otra parte, Carlos Ferro Viera, el empresario argentino reclamado por la justicia uruguaya para que declare en el proceso de investigación por el suministro de drogas a Maradona, concedió una entrevista a la revista Noticias de Buenos Aires y negó que fuera él quién se encargaba de conseguir la cocaína. Ferro Viera dijo en cambio que él había colaborado junto con Cóppola para "proteger" a Diego. "¿Sabés las veces que Cóppola y yo meábamos en los frasquitos en lugar de Diego para salvarlo del dóping positivo?. Sí, arreglábamos con los médicos y listo. Les tirábamos guita (dinero) para proteger a Diego". Según Ferro Viera, conseguir droga es sencillo: "Se hace una vaquita (reunir dinero entre todos), se junta la guita, se llama por teléfono y te la traen a tu casa. Hacés un llamado a un puntero y listo".

Ferro Viera, que se incorporó al llamado entorno del ex jugador después de conocer a Cóppola en la cárcel y a Maradona cuando iba a visitar a su representante, admite que la esposa de Maradona le odia. "Ella piensa que yo le llevo las minas (mujeres) a Diego, pero está equivocada. Yo a Diego lo tuve viviendo más de ocho meses en mi casa y nadie me dio una mano. Me lo busqué solito. ¿Dónde estaba su familia en ese momento?. Yo era el que le iba a comprar los tranquilizantes a la farmacia, el rivotril, el tranquilán, todos esos sedantes que toma Diego".

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