Diez partidos sin perder
Luis Fernández duerme tranquilo. Desde octubre, cuando el Athletic visitó el Camp Nou, no pierde en el campeonato de Liga, lo que le ha permitido no sólo concluir la primera vuelta en posiciones europeas, sino distraer la falta de equilibrio en el juego y una cierta tentación al atavismo futbolístico. Diez partidos consecutivos sin perder es un balance demasiado consistente en una Liga muy irregular, aunque en él prevalecen los empates (6) frente a las victorias (4). Tenía miedo Luis Fernández al mes de enero, una época históricamente inapropiada para el equipo bilbaíno. Sin embargo, a falta d...
Luis Fernández duerme tranquilo. Desde octubre, cuando el Athletic visitó el Camp Nou, no pierde en el campeonato de Liga, lo que le ha permitido no sólo concluir la primera vuelta en posiciones europeas, sino distraer la falta de equilibrio en el juego y una cierta tentación al atavismo futbolístico. Diez partidos consecutivos sin perder es un balance demasiado consistente en una Liga muy irregular, aunque en él prevalecen los empates (6) frente a las victorias (4). Tenía miedo Luis Fernández al mes de enero, una época históricamente inapropiada para el equipo bilbaíno. Sin embargo, a falta de fútbol, carente de equilibrio, el Athletic se ha agarrado al resultado para reconstruir su figura.