Reivindicación a brazadas

El nadador catalán David Meca pulverizó ayer el récord de la travesía del estrecho de Gibraltar a nado establecido por el portugués José Freitas en el año 1968. Como si de un simple baño se tratara, con un semblante tranquilo y sin mostrarse fatigado, Meca narró cómo nadó 21 kilómetros entre Punta Paloma, en Tarifa (Cádiz), y la costa del Norte de África, en dos horas y 29 minutos. El objetivo de la travesía era el mismo que el de otros retos superados por este nadador: reivindicar su inocencia en el caso de doping del que le acusó la Federación Internacional de Natación (FINA) tras el Campeon...

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El nadador catalán David Meca pulverizó ayer el récord de la travesía del estrecho de Gibraltar a nado establecido por el portugués José Freitas en el año 1968. Como si de un simple baño se tratara, con un semblante tranquilo y sin mostrarse fatigado, Meca narró cómo nadó 21 kilómetros entre Punta Paloma, en Tarifa (Cádiz), y la costa del Norte de África, en dos horas y 29 minutos. El objetivo de la travesía era el mismo que el de otros retos superados por este nadador: reivindicar su inocencia en el caso de doping del que le acusó la Federación Internacional de Natación (FINA) tras el Campeonato del Mundo de Maratón celebrado el pasado mes de enero en Brasil. David Meca conocerá el próximo lunes la decisión definitiva de la FINA, después de que su inhabilitación por cuatro años quedase suspendida cautelarmente."Hago esto para demostrar que soy inocente. Lo ocurrido en Brasil no tiene sentido. Es muy sospechoso que tanto el esloveno Igor Majoen, que fue el primero, como yo, los dos mejores nadadores del mundo en esta especialidad, diésemos positivo en un control antidoping por nadrolona, una sustancia que no es beneficiosa para este deporte", manifestó Meca.

La travesía de ayer comenzó a las 8.15 y, pese a las malas condiciones del mar, el nadador catalán siguió adelante. Empleó entre 70 y 80 brazadas por minuto. Tras llegar a tierra reconoció: "A dos millas y media de la costa de Marruecos fue cuando peor lo pasé, porque las olas llegaban a ser de tres metros y la temperatura del agua de menos de 10 grados; además, el viento era de 30 nudos y creía que no iba a llegar".

El deportista manifestó que su única meta es poder demostrar su inocencia para participar en los Juegos de Sidney y en el Campeonato del Mundo del próximo año. "El 2000, sin duda, va a ser un año importante para la natación y yo quiero estar en todos estos eventos. Espero que el lunes se despejen todas las dudas sobre lo del dopaje porque, lo mismo que en esta ocasión me ha tocado a mí, en una próxima vez le puede tocar a otro", declaró.

Meca puntualizó: "Prefiero no saber quiénes han sido los culpables de toda esta situación que, no obstante, quiero pensar que se debe a un error".

El nadado explicó que cruzar el estrecho de Gibraltar ha sido un reto personal, que mantenía desde pequeño y que siempre había aplazado.

Al nadador del Club Natación Sabadell le preocupan ahora más los despachos del Comité Olímpico Internacional (COI) y la FINA que las corrientes marinas que debe soportar cada vez que inicia alguna de las hazañas que ya tiene en su haber, como la travesía que realizó en septiembre en la isla de Alcatraz (EE UU), donde nadó seis kilómetros con grilletes en sus tobillos, o la prueba de Atlantic City, también en Estados Unidos, durante la que batió el récord del mundo de larga distancia.

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"De todo lo que he hecho, sin duda, la travesía del estrecho de Gibraltar es la que valoro más en este momento, por la dificultad de la prueba y, sobre todo, por la época del año en la que la he realizado", puntualizó Meca. "Cuando el lunes revisen mi caso, no sé lo que decidirán, pero desde luego por mí no va a quedar. La única forma que sé de expresar lo que soy y lo que siento es nadar y por eso hago todo esto, porque creo que se está cometiendo una injusticia conmigo", agregó el deportista catalán, que, no obstante, se considera un tanto "huérfano de apoyos por parte de las instituciones deportivas españolas".

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