Un "sabio" estadounidense receta más diálogo y planificación para preservar la empresa familiar

La continuidad de la empresa familiar es hoy más difícil que nunca. "Nos consideran dinosaurios al borde de la extinción", les dijo ayer Roberto Poza, uno de los cinco sabios internacionales en este campo, a los 400 asistentes al I Congreso de la Empresa Familiar de la Comunidad. Este consultor, residente en EE UU,facilitó lo que se consideran las seis reglas de oro para preservar el negocio familiar. El consultor reivindicó un traspaso patrimonial planificado, el diálogo entre accionistas para evitar malentendidos y un equilibrio entre los gestores familiares y los externos.

La exposic...

La continuidad de la empresa familiar es hoy más difícil que nunca. "Nos consideran dinosaurios al borde de la extinción", les dijo ayer Roberto Poza, uno de los cinco sabios internacionales en este campo, a los 400 asistentes al I Congreso de la Empresa Familiar de la Comunidad. Este consultor, residente en EE UU,facilitó lo que se consideran las seis reglas de oro para preservar el negocio familiar. El consultor reivindicó un traspaso patrimonial planificado, el diálogo entre accionistas para evitar malentendidos y un equilibrio entre los gestores familiares y los externos.

La exposición del consultor Roberto Poza fue todo un espectáculo, plagada de anécdotas, historias y chistes, pero poco autocomplaciente con la situación de la empresa familiar. "Su continuidad es hoy más difícil que nunca", admitió el consultor, quien en un momento dado comparó al patriarca de la empresa con un monarca, "al que sólo la muerte, los envenenamientos o revoluciones en el palacio logran que abandone su puesto".El gran desafío de estas estructuras económicas, que representan el 75% del tejido productivo español y el 90% del valenciano, es la combinación de los tres grandes sistemas: familia, gestión y propiedad. "Una cosa es la lógica familiar, otra la accionarial y otra la de gestión", resumió Poza.

El consultor enumeró seis prácticas que se han demostrado eficaces para la continuidad de la empresa familiar. El traspaso platrimonial debe planificarse concentrarse en las personas más vinculadas a la sociedad. También se debe planificar el crecimiento estratégico -"la vida de los productos se acorta. La duración media ha pasado de 24 a 18 años", argumentó Poza-, y organizar al menos dos retiros familiares al año para dialogar e intercambiar puntos de vista sobre la marcha de la empresa -Poza aconseja un mínimo de dos al año-. La lista se completa con la contratación de asesores y directivos externos, un especial cuidado en la educación y formación de los herederos, y la permanente vigilancia de la gestión de la empresa a través de los consejos de administración y asesor.

Poza destacó las diferencias culturales entre la empresa familiar estadounidense -New York Times, Wall Street Journal-Dow Jones y Ford Motor son ejemplos- y la española o europea. "En el primer caso, la empresa es prioritaria mientras en el segundo es la familia", resumió.

Según Poza, estas sociedades tienen que estar atentas a los cambios, algo difícil a la vista de los estudios, que indican que el director general, el que lleva las riendas del negocio, es el que menos percibe la necesidad del cambio.

Indudablemente resulta útil que los sucesores se formen en otras empresas antes de incorporarse al negocio familiar y aprendan que su permanencia en la empresa está ligada más a factores económicos que familiares.