Sampras cierra el año proclamándose 'maestro'

Pete Sampras, uno de los mejores jugadores de la historia, puso el mejor colofón a su temporada y se proclamó campeón del Masters, que se disputó en el pabellón ferial de Hannover. Sampras se tomó la revancha de la derrota que le había infligido Andre Agassi el pasado miércoles, y sacó partido de la potencia y efectividad de su saque para vencer a su compatriota por 6-1, 7-5, 6-4 en 1 hora y 46 minutos."Siempre he creído en mí mismo y después de ser humillado por él hace tres días, quería probar que todavía hay algo dentro de mí", explicó Sampras tras su victoria en Hannover. "Me destruyó con ...

Pete Sampras, uno de los mejores jugadores de la historia, puso el mejor colofón a su temporada y se proclamó campeón del Masters, que se disputó en el pabellón ferial de Hannover. Sampras se tomó la revancha de la derrota que le había infligido Andre Agassi el pasado miércoles, y sacó partido de la potencia y efectividad de su saque para vencer a su compatriota por 6-1, 7-5, 6-4 en 1 hora y 46 minutos."Siempre he creído en mí mismo y después de ser humillado por él hace tres días, quería probar que todavía hay algo dentro de mí", explicó Sampras tras su victoria en Hannover. "Me destruyó con un doble 6-2 y eso me sentó fatal. Creo que hoy he jugado a un nivel parecido al de Wimbledon".

Sampras no tuvo ningún reparo en reconocer públicamente -a través de los altavoces de pista- que Agassi ha sido el mejor esta temporada. "Mereces ser el número uno este año", le dijo. Pero fue él quien se llevó el triunfo, su quinto Masters, lo que le permite igualar el récord que ostentaba en solitario el ex checo Ivan Lendl. El estadounidense, número uno mundial durante seis años consecutivos hasta el final de la pasada temporada, percibió 279 millones de pesetas por su éxito. Y elevó sus victorias sobre Agassi a 17, frente a 11 de éste.

El triunfo de Sampras parecía cantado tras la derrota que sufrió ante Agassi. "No suelo perder dos veces consecutivas con el mismo jugador", había confesado. Y desde el momento en que saltó a la pista quedó claro que había dejado atrás los problemas planteados por sus molestias en la espalda -sólo ha podido jugar seis partidos en tres meses- y que éste era otro Sampras.

Bien apoyado en un servicio impresionante -sobre todo el segundo- que le permitía subir cómodamente a buscar la volea, Sampras fue desgranando su juego y encontrando sus mejores resortes. Ganó la manga inicial en menos de media hora y pareció que tenía encarrilada la victoria. Pero entonces, una reacción fulminante de Agassi, campeón este año en Roland Garros y el Open de Estados Unidos, dio un vuelco al marcador. Agassi se colocó con 4-1.

Sin embargo, Sampras supo reencontrar su juego, y con un nivel increíble de aciertos fue salvando aquella difícil situación hasta adjudicarse la segunda manga por 7-5. Fue un golpe moral importante para Agassi, que descubrió entonces sus auténticas limitaciones frente al mejor jugador del mundo en superficies cubiertas. La tercera manga no alteró el orden de las cosas. Sampras rompió a Agassi y se encaminó hacia el triunfo. Concluyó con un ace, al que ni siquiera pudo llegar el mejor restador del mundo.

La estadística del partido aportó luz a algunos aspectos del juego. Sampras tuvo un nivel de saque sustancialmente superior al del miércoles. Logró 15 aces (4 de Agassi) y perdió sólo una vez su saque (5), conectó 47 golpes ganadores (14) y cometió 37 errores no forzados (31). Agassi acabó destrozado en su silla, tras una semana pletórica en la que contó con el apoyo de su novia, Steffi Graf, en la grada.