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Camacho da la 'espantá' ante la prensa y no habla después del partido

José Antonio Camacho avanzó decidido a dar su conferencia de prensa ayer después de empatar con Brasil. Fue la última vez que se le vio en el estadio de Balaídos. Nunca habló con los periodistas. Un misterio, en suma, que el jefe de prensa de la federación española, Fernando Garrido, intentó explicar sin conseguirlo, con el rostro desencajado por la confusión. Lo cierto, dice Garrido, es que Camacho se asomó a la sala de prensa y descubrió que para hablar debía esperar a que Emerson y Elber terminaran su comparecencia. Los dos mediocampistas, que habían sucedido a su entrenador, tardaron trein...

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José Antonio Camacho avanzó decidido a dar su conferencia de prensa ayer después de empatar con Brasil. Fue la última vez que se le vio en el estadio de Balaídos. Nunca habló con los periodistas. Un misterio, en suma, que el jefe de prensa de la federación española, Fernando Garrido, intentó explicar sin conseguirlo, con el rostro desencajado por la confusión. Lo cierto, dice Garrido, es que Camacho se asomó a la sala de prensa y descubrió que para hablar debía esperar a que Emerson y Elber terminaran su comparecencia. Los dos mediocampistas, que habían sucedido a su entrenador, tardaron treinta segundos, puesto que nadie los interrogó. Y Camacho, al parecer importunado por el desarreglo protocolar, se marchó sin decir nada.Molina sí habló ante los medios, después de debutar por primera vez con España como titular. El portero destila calma. No se arredra ante la responsabilidad. Le resbala la presión. No van con él las prisas y nunca se pone nervioso. Nunca, salvo cuando tiene que hablar ante la prensa, frente aun micrófono, Entonces le pasa lo que no le pasó ayer, cada vez que veía avanzar a Elber por el carril del siete, o a Rivaldo en la media luna, o a Anderson, con la pelota controlada frente a sus palos. "Siempre estoy tranquilo; es mi trabajo, soy portero y si me inquietan los micrófonos más que la delantera de Brasil es porque no trabajo en una radio".

¿Se siente el portero titular de la selección después de este partido?, le preguntaron. Molina respondió como siempre: con regates. "A mí me encantaría ser el titular... pero lo importante es que yo estoy satisfecho porque creo que he hecho un buen trabajo. Y si yo creo que lo he hecho bien, a lo mejor al seleccionador no le parece y llama a otro portero". Todo es simple para Molina y esgrime la lógica más llana para dejar en evidencia las pretensiones de la prensa. Suele mirar a sus interlocutores con una media sonrisa, y toma distancia. Como si parar cuatro disparos de Elber y Anderson fuera cosa de todos los días. "Parece fácil", comenta. "Sobre todo cuando el partido ha terminado".

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