Crítica:

Gimlet

22.50 / Intriga / La 2España, 1995 (88 minutos). Director: José Luis Acosta. Fotografía: Jesús Escosa. Intérpretes: Ángela Molina, Abel Folk, Pep Cruz, Blanca Pampols, Jordi Boixaderas, Luis Marcos, Viggo Mortensen.Gimlet es el nombre de un cóctel. Pero no de uno cualquiera. Con él, Philipe Marlowe, el detective creado por Raymond Chandler, añadía dos grados de cinismo a su mirada. José Luis Acosta debuta en la realización y para él es el beneficio de la ausencia de complejos. Su propuesta es un thriller que intenta beber en las fuentes más negras de una tradición con probada sol...

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22.50 / Intriga / La 2España, 1995 (88 minutos). Director: José Luis Acosta. Fotografía: Jesús Escosa. Intérpretes: Ángela Molina, Abel Folk, Pep Cruz, Blanca Pampols, Jordi Boixaderas, Luis Marcos, Viggo Mortensen.Gimlet es el nombre de un cóctel. Pero no de uno cualquiera. Con él, Philipe Marlowe, el detective creado por Raymond Chandler, añadía dos grados de cinismo a su mirada. José Luis Acosta debuta en la realización y para él es el beneficio de la ausencia de complejos. Su propuesta es un thriller que intenta beber en las fuentes más negras de una tradición con probada solera. Una mujer madura coquetea con los precipicios de una pasión sangrienta. Su amante -primero anónimo, luego no tanto- gasta unos modales que, en otro contexto, bien podrían ser tachados de cargantes. Aquí, dado el ambiente, son más bien siniestros. De este modo, una esmerada puesta en escena soportada por la excelente fotografía de Jesús Escosa ilumina la atmósfera de una intriga emponzoñada e hiriente. Hasta aquí, el balance de méritos. En la columna del debe queda, por culpa de un irregular guión estructurado a brochazos, la promesa de algo que pudo ser y no fue.

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