La oposición reclama la dimisión de la cúpula de la policía del GIL en Ceuta

Los partidos de la oposición en Ceuta (PP, PSOE y PDSC) exigieron ayer la dimisión de los tres militares de alta graduación que el GIL colocó al frente de la Policía Local. El ex presidente de la ciudad, Jesús Fortes, hizo esta petición al entender que los responsables de la Dirección General de Seguridad, que dirige el laureado general Rafael de Cárdenas, son los culpables de la carga policial contra un centenar de vecinos que reclamaba una vivienda dentro de la sede del Gobierno ceutí y que se saldó con más de veinte heridos.Fortes tachó a la Dirección General de Seguridad, en la que partici...

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Los partidos de la oposición en Ceuta (PP, PSOE y PDSC) exigieron ayer la dimisión de los tres militares de alta graduación que el GIL colocó al frente de la Policía Local. El ex presidente de la ciudad, Jesús Fortes, hizo esta petición al entender que los responsables de la Dirección General de Seguridad, que dirige el laureado general Rafael de Cárdenas, son los culpables de la carga policial contra un centenar de vecinos que reclamaba una vivienda dentro de la sede del Gobierno ceutí y que se saldó con más de veinte heridos.Fortes tachó a la Dirección General de Seguridad, en la que participan además los comandantes Rafael Cuevas y Lucas de Torre, de mantener una actitud "fascista e irresponsable" con la población civil. El PP acusa igualmente al Gobierno del GIL de militarizar la Policía Local y de instigar a los agentes antidisturbios para que golpeasen a los concentrados. "No dudo de su larga trayectoria militar, pero han demostrado que no tienen capacidad para dirigir una fuerza de orden público", señaló.

La nueva Dirección General de Seguridad fue uno de los pilares del GIL en la pasada campaña electoral de Ceuta. La designación del general Cárdenas para encabezarla atrajo muchos votos militares, debido a su prestigio en el muy numeroso estamento castrense de la ciudad y a su fama de mano dura.

La actuación de los agentes contra los vecinos ha acarreado las primeras críticas directas a la gestión del GIL en la ciudad. El propio delegado del Gobierno, Luis Moro, arremetió contra Cárdenas. "No es un buen militar", dijo. Moro rechazó la petición de dimisión de los sindicatos de la Policía Local ceutí por no haber enviado al lugar de los incidentes a los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía. "Nuestra actuación estuvo determinada por la prudencia y sometida al imperativo de la Ley, gracias a lo cual se evitó que las consecuencias del disturbio hubieran sido mayores", explica en un comunicado.

El presidente de la Ciudad, Antonio Sampietro, que estuvo ausente de Ceuta durante los incidentes, ofreció ayer su valoración de los hechos, culpando directamente al PDSC y a sus dos líderes, Mustafá Mizzian y Mohamed Chaib, de instigar una "guerra santa entre moros y cristianos". Sampietro destacó a estos dos dirigentes políticos como principales responsables de la protesta y sus consecuencias.

Los dos diputados señalados por el presidente ceutí se han amparado en sus actas de representantes públicos y han pedido, a través del PP, la ayuda del Defensor del Pueblo y del Congreso, ya que estiman que se están vulnerando sus derechos como concejales en la Asamblea de Ceuta. Ambos han sido denunciados por alteración del orden público, al igual de otros diez vecinos participantes en el alboroto.

Mientras, algunas familias siguen impasibles a las puertas de la casa consistorial. Los agentes de la Policía Local custodian el edificio con los cascos y el material antiditurbios expuesto en la entrada principal, aunque no se han repetido los violentos incidentes del miércoles.

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