Los socialistas navarros apoyan a Lizarbe en su política de mantener los pactos con UPN-PP Los críticos se niegan a entrar en la nueva Ejecutiva del PSN-PSOE
El secretario general del PSN-PSOE, Juan José Lizarbe, obtuvo ayer un apoyo absoluto del comité regional de los socialistas navarros a su propuesta de mantenimiento de la política de pactos con UPN-PP iniciada tras los comicios del pasado mes de junio. Los 104 asistentes al comité regional del PSN, que se reunió en la ciudad de Olite, votaron favorablemente la declaración política elaborada por Lizarbe en la que se ratifica la idoneidad de los pactos de investidura firmados con UPN-PP con dos objetivos básicos: el control al Ejecutivo desde la oposición y la posibilidad de "llevar a la práctic...
El secretario general del PSN-PSOE, Juan José Lizarbe, obtuvo ayer un apoyo absoluto del comité regional de los socialistas navarros a su propuesta de mantenimiento de la política de pactos con UPN-PP iniciada tras los comicios del pasado mes de junio. Los 104 asistentes al comité regional del PSN, que se reunió en la ciudad de Olite, votaron favorablemente la declaración política elaborada por Lizarbe en la que se ratifica la idoneidad de los pactos de investidura firmados con UPN-PP con dos objetivos básicos: el control al Ejecutivo desde la oposición y la posibilidad de "llevar a la práctica importantes propuestas de nuestro programa electoral mediante negociaciones con el Gobierno de Navarra".
La felicidad del secretario general no fue, sin embargo, absoluta. La Ejecutiva regional del PSN-PSOE, remodelada ayer, seguirá sin contar con la presencia de miembros del sector crítico que encabeza la ex presidenta del Parlamento foral navarro y miembro de la Ejecutiva Federal, Lola Eguren. Las propuestas de integración realizadas por Lizarbe en los últimos días no obtuvieron resultados. Ayer, los críticos, apoyaron la gestión de Lizarbe y el documento estratégico para el año 2000, pero evitaron entrar en una Ejecutiva dominada por los partidarios del secretario general. Lizarbe no quiso responder a la pregunta de si había invitado a Eguren a formar parte al máximo órgano de poder del partido. La dirigente socialista, número dos al Parlamento navarro en las elecciones de junio, tampoco quiso hacer declaraciones y abandonó la reunión antes de que ésta acabara. Tras el plantón del sector de Eguren, identificado con los planteamientos políticos más moderados del partido, Lizarbe ha compuesto una nueva Ejecutiva que pasa de 22 a 25 miembros. Siete de sus integrantes la abandonan y entran diez caras nuevas, entre ellas el diputado Carlos Chivite. La remodelación, que fue votada por el 76,5% de los asistentes, integra a dirigentes y militantes independientes y a seguidores de la línea mayoritaria, así como a un representante del ala izquierda del PSN, Iosu Pardo, concejal de Andosilla, que fue objeto hace escasas semanas de un expediente informativo, finalmente archivado, por haber apoyado junto a todos los miembros del Ayuntamiento la colocación de la ikurriña en las fiestas patronales de la localidad. Lizarbe consideró un "éxito" el apoyo obtenido por el nuevo órgano de gobierno del socialismo navarro y destacó especialmente la importancia del respaldo unánime de todas las tendencias del PSN-PSOE a la línea estratégica de la dirección. Una línea gestada tras la crítica valoración de los resultados del 13-J y caracterizada por el pacto de gobernabilidad ofrecido a la derecha navarra para garantizar la estabilidad de la comunidad. De manera que el PSN-PSOE opta por "influir", en palabras de Lizarbe, sobre las políticas del gobierno de Miguel Sanz, sin olvidar que el objetivo del PSN "es sustituir a UPN principal partido de Navarra". El Comité Regional respaldó así la decisión de Lizarbe de negociar prioritariamente con UPN-PP los grandes proyectos legislativos de la Comunidad foral y de rechazar cualquier alianza política que incluya a Euskal Herritarrok (EH). El PSN-PSOE ratifica su convencimiento de que el pacto con UPN-PP es necesario para la defensa de Navarra como comunidad propia ante "el acoso del nacionalismo vasco", materializado en la Declaración de Lizarra. Ese apoyo a UPN-PP le ha supuesto al socialismo navarro el correspondiente apoyo de la derecha para presidir el parlamento de Navarra, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, y elegir al senador autonómico.