Cartas al director

La ambición política de Gil

Aquellos que por nuestra longevidad hemos vivido y sufrido la historia negra de España desde sus balbuceos hasta nuestros días, estamos generalmente inclinados a rememorar recuerdos que nos llevan a constatar la repetición de la historia, tal vez no exactamente, pero sí en flecos de capital importancia.Cada cual, en política, enfoca los acontecimientos a su manera, y es por lo cual que no coincido con Ramón Jáuregui en su declaración de que "el desafío de Gil acabará por desinflarse". Para que un globo llegue a desinflarse inmediatamente, lo más prudente es saber pincharlo. Igualmente, un min...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Aquellos que por nuestra longevidad hemos vivido y sufrido la historia negra de España desde sus balbuceos hasta nuestros días, estamos generalmente inclinados a rememorar recuerdos que nos llevan a constatar la repetición de la historia, tal vez no exactamente, pero sí en flecos de capital importancia.Cada cual, en política, enfoca los acontecimientos a su manera, y es por lo cual que no coincido con Ramón Jáuregui en su declaración de que "el desafío de Gil acabará por desinflarse". Para que un globo llegue a desinflarse inmediatamente, lo más prudente es saber pincharlo. Igualmente, un ministro del actual Gobierno ha declarado sobre este tema que "el movimiento gilista no tiene importancia, ya que su implantación está ubicada en un pequeño territorio del sur". Esto sería cierto si no examináramos la estructuración de importantes comandos en todo el territorio nacional. Quiero recordar que hace algunos años un periodista de EL PAÍS, en una encuesta realizada en profundidad, advertía del peligro de esta "deriva" política y su posible crecimiento, cuyas consecuencias serían un peligro para el juego democrático. Aquel vaticinio hoy es una realidad. Los últimos acontecimientos en Marbella, Ceuta y Melilla acreditan aquellas advertencias.

La ambición política de Jesús Gil es desmesurada, diariamente sus tentáculos violentos buscan extenderse; un ejemplo es la proyectada copia de aquel enorme cartel que cubrió la fachada del edificio situado entre la calle Arenal y Mayor donde Gil (Robles) empleó el eslogan "A por los 300", entreabriendo el paso a nuestra tragedia. El señor Gil (Jesús) anunció a la agencia Europa Press: "Tengo en proyecto que la futura sede de mi partido será un edificio de 4.000 metros cuadrados en la Puerta del Sol de Madrid". Ésta es ya una coincidencia, pero también en la anunciada reunión en la sede del Atlético de 3.000 hinchas del Frente Atlético, esta organización de tipo fascista cubierta con el velo del deporte.

Algunos núcleos violentos de tipo nazi, aunque no dirigidos por el gilismo, coinciden en sus demostraciones antidemocráticas, como son los Boixos Nois, los cabezas rapadas del accidente racista de Terrassa, los Ultra Sur. La punta de lanza de estos movimientos fascistas es hoy por hoy el gilismo.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Estas coincidencias de la extrema derecha, que encabeza extraoficialmente el señor Gil, puede tomar más importancia de lo que parece, principalmente por las cantidades enormes de dinero que se maneja, derivado de corrupciones, que sirven para comprar conciencias. La democracia y la libertad son lo suficientemente preciosas para que pongamos todos nuestros esfuerzos en defenderlas.- .

Archivado En