CICLISMO Vuelta a España

Olano: "Era una Vuelta para escaladores"

El ciclista del ONCE encaja con aparente calma su despedida del podio

Abraham Olano se tomó la jornada con mucha calma. A veces, con parsimonia. Parece disfrutar de los buenos momentos y tomarse una buena ración de calma en los malos. Llegó a la meta tarde, se introdujo en el coche de su equipo, se cambió de ropa lentamente, ausente de lo que pasaba a su alrededor. Fuera esperaba un pelotón de periodistas ansiosos de una declaración dramática. No hubo un mal gesto de su parte, parecía tener preparado su discurso de despedida: "He disfrutado de estos días con el maillot amarillo, pero hoy sabía que iba a pasar un mal día. Es mi adiós definitivo a esta Vuelta y só...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Abraham Olano se tomó la jornada con mucha calma. A veces, con parsimonia. Parece disfrutar de los buenos momentos y tomarse una buena ración de calma en los malos. Llegó a la meta tarde, se introdujo en el coche de su equipo, se cambió de ropa lentamente, ausente de lo que pasaba a su alrededor. Fuera esperaba un pelotón de periodistas ansiosos de una declaración dramática. No hubo un mal gesto de su parte, parecía tener preparado su discurso de despedida: "He disfrutado de estos días con el maillot amarillo, pero hoy sabía que iba a pasar un mal día. Es mi adiós definitivo a esta Vuelta y sólo espero ver cómo me recupero física y moralmente. Felicito a Ígor por la etapa que ha hecho: ha sido más fuerte que los escaladores. Porque esta era una Vuelta para escaladores". La dignidad de Olano condujo a la frialdad de Ullrich, que sigue parco en palabras, a pesar de que Arcalís es una montaña de grato recuerdo para él: aquí mismo sentenció el Tour del 97. "El liderato me hace ilusión, pero prefiero no fijarme objetivos. Prefiero vivir cada día".La meta se convirtió en un mar de especulaciones, a cuenta de que no se vio a un Ullrich sobrado de fuerzas y de que Tonkov pasó algunas dificultades. El propio corredor ruso reconoció que acusó el esfuerzo de contestar a algunos de los ataques de los escaladores españoles. "No me sentí bien al final, comencé a tener flato y preferí quedarme a rueda de Ullrich". Las dudas sobre Ullrich y sobre Tonkov obligaron a reflexionar sobre el futuro de una carrera que muchos ven muy abierta todavía. "El favorito lógico es Ullrich porque debe tener tendencia a ir a más", dijo Eusebio Unzúe, director del Banesto, que se mostró rotundo respecto a Igor González de Galdeano: "Pero tengo que decir que el hombre más fuerte de la carrera en estos momentos es Ígor. A día de hoy, hay que tenerle en cuenta, entre otras cosas porque va a ser un corredor bien arropado por su equipo, lo que no le sucede ni a Ullrich ni a Tonkov. Igor ya hizo un anuncio el jueves y hoy no ha hecho más que confirmarlo". Según Unzúe, si Banesto hubiera desistido de ganar la etapa en el último puerto, "Igor habría llegado a la meta con más de tres minutos de ventaja". Banesto seguirá buscando las victorias de etapa y puede ser juez de cuanto suceda en la Vuelta a partir de hoy.

Más información

De nuevo Álvaro Pino sintió que se confirmaban sus pronósticos. Es llegar a la meta y esbozar una sonrisa a los periodistas, algo así como un mensaje muy particular, algo así como un "ya os lo decía yo". "No estaba muy convencido de que Ullrich esté todavía tan fuerte. Tanto es así que en un momento le dije a Heras que moviera el asunto y se comprobó que no anda todo lo fino que pensábamos. Por eso sigo pensando que la carrera sigue estando muy abierta. Y quedan dos etapas con finales en puerto, ¿eh?".

La rotundidad de Unzúe, la ironía de Pino, la alegría de Javier Mínguez y las medias palabras de Manolo Saiz, con cara de funeral en la meta. Manolo Saiz estaba preparado para la ocasión y aprovechó las cámaras, cuando la etapa estaba poco menos que a mitad de recorrido y Olano viajaba descolgado, para hacer balance y cerrar el ejercicio de la ONCE esta temporada. Manolo vino a decir que la ONCE había luchado por la victoria en esta Vuelta, como queriendo afirmar que otros no habían podido hacer lo mismo. También dejó otro cabo suelto al añadir: "Todos se habían puesto en nuestra contra", sin señalar a los presuntos culpables. Finalmente, Mínguez, el hombre del día entre los directores: "Les había dicho a mis corredores que no tenían que precipitarse, que estuvieran atentos a la marcha de la carrera y que si tenían piernas, pues que leña. Y también les dije que si uno de ellos flaqueaba, que no se preocuparan los demás. Correr para disfrutar, y el que tenga piernas, hasta luego". Y ese hombre fue suyo: Igor González de Galdeano.

Archivado En