Lerma apela a la estabilidad
Joan Lerma se muestra muy distendido ante la celebración del congreso extraordinario de los socialistas valencianos el próximo sábado, en el que participará en calidad de delegado. El máximo responsable del PSPV durante 18 años rechaza las cábalas en torno a los supuestos apoyos que los distintos sectores del partido aseguran disfrutar una vez concluido el proceso de elección de delegados. "Los delegados no tienen adscripción personal concreta", asegura. Según Lerma, los compromisarios presentes en el congreso apoyarán "una posición razonable" y no seguirán ninguna consigna de parte de forma ...
Joan Lerma se muestra muy distendido ante la celebración del congreso extraordinario de los socialistas valencianos el próximo sábado, en el que participará en calidad de delegado. El máximo responsable del PSPV durante 18 años rechaza las cábalas en torno a los supuestos apoyos que los distintos sectores del partido aseguran disfrutar una vez concluido el proceso de elección de delegados. "Los delegados no tienen adscripción personal concreta", asegura. Según Lerma, los compromisarios presentes en el congreso apoyarán "una posición razonable" y no seguirán ninguna consigna de parte de forma automática. Incluso, alerta sobre la posibilidad de que varios compromisarios opten por ausentarse antes de la votación si no les complace la propuesta de nueva ejecutiva. Acompañar a todos Desde la autoridad moral que le concede su larga trayectoria al frente del socialismo valenciano, Lerma muestra un talante constructivo: "Yo acompañaré a todos y jugaré a estabilizar". Pero admite que sus recomendaciones no tienen porqué ser aceptadas. El ex presidente de la Generalitat considera que Joan Ignasi Pla, candidato del sector romerista a la secretaría general, "está en una posición razonable", dipuesto a negociar una ejecutiva que aglutine un amplio consenso entre los socialistas valencianos. Y advierte que una propuesta de ejecutiva que incluya nombres como los de Juana Serna, Ángel Franco o Francisco Ruiz, todos ellos presentes en la actual dirección provisional auspiciada por Ciprià Ciscar, sería rechazada "no por la mitad del partido, sino por muchos más".